Así es, hermano Agustín; la Eucaristía es mucho más que un sacramento litúrgico , es el compromiso pleno y diario, constante y feliz, como lo es respirar, alimentarse, moverse, pensar, implicarse en el amor fraterno, como en la luz de la mañana recién estrenada o en el descanso de la noche y su paz, y el gozo de compartir lo que hay en la mesa del Bien Común...y eso significa que nuestra propia vida es también alimento vital para la humanidad, que las necesidades y carencias de nuestra familia humana y global nos importen tanto como las nuestras, que la indiferencia ante el dolor de nuestr@s herman@s causado por la injusticia y la desigualdad desaparezca para siempre de nuestro entorno como de nuestras conciencias, de nuestros corazones, de nuestras ideas y de nuestro modo de vivir. La Eucaristía -"la buena gracia"- significa que tod@s, una vez despiert@s y liberad@s del egoísmo, de la miopía ontológica, y de la miseria más injusta y primitiva, somos el alimento y la nutrición consciente de la misma vida, las manos tendidas y el cariño para tod@s, sean como sean y hagan lo que hagan, mediante el perdón, la empatía, la ausencia de juicio y condenas...El resultado es impresionante para quienes trabajan esos abjetivos: la felicidad, la salud, el equilibrio psicoemocional, la energía, la esperanza, el buen talante generados en el efecto mariposa, el adiós natural a las depresiones y a los malos rollos...En fín, las Bienaventuranzas en vivo y en directo, en el aquí y en el ahora, con defectos y fallos también, claro...Y como un manatial inagotable, sin que nada se inunde ni se atasque, pase lo que pase y pese a quien pese...
"Mientras exista hambre en el mundo, la Eucaristía no será plena"(P Arrupe)
Agustín de la Torre
R.D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.