Amanece despacito, llega la luz suavemente;
mientras subo la persiana van despertando los libros,
la historia se despereza, la narrativa se estira,
el arte traza piruetas entre teatro y poesía,
medicina natural, ensayo y filosofía...
Novelas que me regalan, que tantas veces empiezo
y que casi nunca acabo, porque mientras voy leyendo
siento que se me deshacen en los bucles de la nada,
como la bruma que flota entre el espacio y el tiempo.
Soy tan poco novelera que a veces me es imposible
sacarle jugo al invento y me rindo sin luchar
contra el enjambre inventado por tanta imaginación
confundida en el telar de argumentos cocinados
a gusto del titular, agorero masterchef
de argumentos y retablos.
Y al son de tantos renglones bailando el vals de la imprenta
un sueño liberador me aleja del entramado
y es que la mejor 'no-vela' que me atrapa y me despierta,
además de la poesía, confieso que es el ensayo,
cuando deshace la cera de los cuentos repetidos
para que la realidad are los campos y siembre
semillas de otras especies
y haya cosecha mejor que la del viejo pasado...
Mientras la mañana avanza sin que nada se lo impida
y la música celebra las partituras del día,
dejo a un lado la no-vela para abrazarme a la llama
en el cirio de la vida, en pleno apagón de luces
-de las que pagan recibo y cuestan un dineral-
y dejar que la luz cante su partitura divina
por los rincones del alma, del mundo,del universo,
del bosque de la conciencia
de quien busca y siempre encuentra el milagro de repuesto.
De pronto se han diluido las basuras noveladas,
se han deshecho las bacterias de las toxinas impresas,
los tacos, las maldiciones, las espadas, los fusiles,
los odios y los rencores, las guerras y sus batallas
siempre dispuestas a ser la victoria más cruel
para ganar look y pasta, encumbramiento y poder
que dejen al "enemigo", que en realidad es hermano
aunque no se quiera ver, más tieso que la mojama.
Y todo gracias a ella,
al hada cuya varita es la magia del ensayo,
capaz de narrar la Historia sin renunciar al detalle
ni recurrir al insulto, relatando limpiamente
la trama de los sucesos, ensanchando la conciencia
con reflexiones sublimes y de lo más cotidiano,
brillando en lo más excelso,
en el cruce de caminos y en el crujir de los huesos.
El libro se ha convertido en el arpa del salón,
allá en el ángulo oscuro
que ha recuperado el habla y un relato diferente,
cuando la mano del verso que de Becquer a la Historia
ha dado un salto tremendo, y ha señalado a la autora
que forjada en la modestia y en la humildad de l@s geni@s
tan solo deja su nombre al borde de los papiros,
de los mares y montañas repartidos por el mundo
y convertidos en libro, en resplandor de contexto,
desde un junco al infinito...
Si la queréis conocer y os ayude a distinguir
entre memoria y bazofia, y sin violencias ni odios,
ni maldiciones roñosas convertidas en espejo,
tal vez experimentar que os acompañe y enseñe
cómo se hace luz la sombra,
la autora de este milagro, se llama Irene Vallejo.
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