¿Hasta dónde puede llegar la fallta de inteligencia de la política deshumanizada y las pocas luces de sus gestores, siguiendo inercias impuestas por intereses que solo conducen a las hecatombes? Esto parece una película de Hollywood: lo hemos visto tantas veces en el cine...A ver si con tanto inventar guiones horripilantes hemos acabado por hacer una serie real con los conflictos más espantosos producidos por la imaginación, con los Oscars, Beberly Hillys, con Wall Street poniéndose las botas al amparo del Pentágono y dejando el resto del mundo, su patio de atrás, para el arrastre, pero eso, de verdad...

 

El Gobierno enviará tanques a Ucrania: "No se entendería que estuviéramos en otro lugar"

Miguel Muñoz

• ERC y EH Bildu retan a Sánchez a que sea el Congreso quien decida sobre el envío de tanques Pilar Araque Conde
• Belarra: "La paz nacerá desescalando, y ahí tenemos que encontrar a España" Alexis Romero 
   
   
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  Torpe y triste decisión. Según parece la España "de siempre"sigue estando en el mismo nivel de conciencia cero. Fomentar guerras y animarlas no es propio de una UE del siglo XXI, y está a la misma altura que en las dos guerras mundiales del siglo XX. 

  El único modo de ayudar al pueblo ucraniano es apoyarle y auxiliarle para que cambie de dirigentes y de orientación, solo desde una evolución ética se pueden evitar y detener los ataques de "los enemigos", así ambas bandos rabiosos comprenderán que no hay enemigos irreconciliables sino hermanos que aun no se conocen ni se entienden. Así lo hicieron Gandhi y los pueblos hindúes con el Imperio inglés y con la religión islámica. Y lo consiguieron. 

  Si el Planeta Tierra puede aspirar a un futuro vivible no queda más camino que la paz y la cooperación. España debería tenerlo claro, con la historia tan dura y cruel que hemos padecido y seguimos padeciendo: guerras por cualquier cosa, violencia y odio hasta en el Parlamento que debería ser el núcleo de la cooperación y de la integración equilibrada de las diferencias, para hacer posible el convivir como seres humanos y no como manadas de lobos rabiosos. 

   Un estado sano y civilizado no debería fomentar la industria armamentística, dando por seguro que es imposible convivir sin matarse, sobre todo cuando el armamento es el negocio del siglo. Ni Costa Rica ni Suiza tienen ejército, o sea, que se puede vivir de maravilla sin guerras de por medio. Ya no es una cuestión de pacifismo ideológico y "buenismo", es cuestión de supervivencia planetaria, de inteligencia real y no de relatos históricos de la Prehistoria; Rusia tiene arsenal nuclear para dar y repartir y carece culturalmente de valores humanos, es una máquina de destrucción, sin considerar siquiera el daño y el genocidio que se puede causar a sí misma. 

  Evidentemente la radiactividad no perdona ni hace excepciones contaminantes en la Naturaleza entre amigos y enemigos. Si estuvieran en sus cabales habrían aprendido del horror de Chernobil...¡Precisamente en Ucrania! 

  Seguirles el juego "patriota" a ambos miembros de la misma estirpe terminator es una auténtica locura, ambos estados proceden del mismo estropicio social, carente de valores, de sentimientos, de humanidad y sobrante de soberbia, fanatismo, ceguera y violencia, como el nazismo, los fascismos, los comunismos deshumanizados por el maltrato capitalista, los terrorismos de toda índole,  y que cuando tienen dinero y poder son tan horribles como sus "peores enemigos", ahí están Putin y Zelenski, llevando al mundo al abismo por no frenar sus obsesiones egóptas e idénticas aunque vistas a la ligera quieran parecer distintas. 

  Son dos perros con los mismos collares y la misma rabia. ¿Por qué se les incrementa la fiereza destructiva en vez de convencerles para que se vacunen contra su rabia que también es mortal para el resto del mundo, regalándoles las vacunas del acercamiento, de la escucha y del diálogo, buscando puntos de conexión? Por ejemplo, hemos visto que Putin tiene creencias religiosas, que asiste a las celebraciones devotas, pues acerquémonos a los jerarcas ortodoxos e invitémosles al encuentro, al diálogo fraterno para buscar soluciones que nos ayuden a tod@s, como ramas del mismo árbol o brotes de las mismas plantas, seguro que si sus jerarcas religiosos le invitasen acudiría. Posiblemente ese plano de Putin sea un hueco de luz en medio de sus oscuridades. Hay que tener en cuenta el mundo del que procede, donde se ha educado: los comunistas iniciales mataban y desterraban a Siberia  a los creyentes rusos a partir de Lenin y no digamos Stalin y el resto de sucesores, hasta que llegó Kuscheff y abrió un poco la puerta y Rusia comenzó a respirar un poco mejor. Gorbachov intentó el cambio, pero los intereses y el vacío de valores más sutiles y éticos lo hicieron imposible, la nueva Rusia con prisas  -que es la que ha predominado- solo quería dinero y poder para hacer de su capa un sayo, sin tener en cuenta a los seres humanos que constituían la nueva sociedad, huérfana de valores y de experiencia positiva en libertad, DDHH y humanidad. Por eso Putin carece de todo ello y donde ve algo más luminoso y solemne -con poderío- es en la religión que nunca le enseñaron, pero cuyo lenguaje y rituales, le procuran serenidad y cierto bienestar, porque ahí no encuentra oposición ni rechazo, le hablan de un Dios que perdona y ayuda a quienes rezan y cumplen ciertos ritos...Por ahí se le puede localizar y contactar. Lo de Zelenski dependerá, indudablemente, del contacto con Putin por parte del resto de Europa y de los USA. Mientras ese contacto vaya tomado cuerpo y energía, convendría que Zelenski no atacase, que no empeorase la situación y Europa sigue ayudando a Ucrania pero no con armas, sino con materiales de reconstrucción, alimentos, rehabilitación de viviendas, hospitales, escuelas, talleres, etc. etc...
  

  Y muy mal, España. Muy mal Europa y muy mal los USA...Aún están a tiempo de parar esta debacle, la Vida, la Naturaleza del Planeta lo agradecerían muchísimo, la evolución humana, también.

  Y muy bien por Esquerra Republicana, Bildu e Irene Belarra por esas conciencias, su lucidez y su humanidad. Vamos madurando, familia hisppanica, qué bien!