Oriente, Armenia, y el sonido milenario del duduk en las manos magistrales y el aliento espiritual y por ello humanísimo, de Hovhannes Karahayan. Del alma al sonido, de la conciencia al Nosotr@s. El wifi Infinito hace sus milagros a cada momento, siempre que el Nosotr@s le abra la puerta para cenar junt@s, dejando que el Amor sin Fronteras sea la banda sonora del banquete y la base sustancial y organizativa del menú...Gracias, Hovhannes, gracias, Josep y Petrina, gracias, Ana, Las Fractales,, María, las flores, Sancofa y Patraix al completo...La bendición existe, es evidente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.