Tomemos nota. Las grandes inmobiliarias son una plaga, igual que las empresas que se han apropiado del control de las energías, para arruinar a la misma sociedad que las mantiene; al menos en la UE, los gobiernos y parlamentos decentes, más pronto que tarde, tendrán que ponerles límites, por la mera supervivencia del propio sistema. Hasta el latrocinio corrupto y sus puertas giratorias, necesita cambiar, adaptarse a nuevos cánones éticos y adecentarse si quiere sobrevivir 🤑😴😱🙃🤗
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