lunes, 3 de mayo de 2021

Por fin una científica investigadora afronta la realidad de que las vacunas no son la purga de Benito ni la solución absoluta de las pandemias, porque los vacunados también contagian aunque ellos no padezcan la enfermedad en sus peores síntomas. Ya es hora de que esa evidencia se reconozca y se explique. No es otro el origen de las epidemias anuales de la gripe "normal". Primero y aun en verano, se anuncia que en otoño llegará una cepa gripal y que hay que vacunarse, a partir de septiembre/octubre se vacunan miles de personas mayores "en riesgo", y a partir de noviembre estalla el mogollón que durará hasta la primavera: una epidemia de gripe superdemocrática, para todo el mundo, ya que los vacunados han ido contagiando por todas partes, y lo que es para ellos un catarrillo crónico durante todo el invierno, se convierte en un gripazo agudo para el resto de la población. Siempre nos queda sin resolver la incógnita de si esa gripe en realidad ha sido provocada por las mismas vacunas que hacen de oro a los laboratorios del trust farmacológico. No es cosa conspiranoica, es una realidad palpable que nunca se ha aclarado ni se ha afrontado desde la propia ciencia experimental y su "expertología" adjunta. La ciencia sin conciencia y por ello sin ética, es tan peligrosa o más que los peores virus. La prueba más clara de que las vacunas no son dios, es la India, que tenía teóricamente inmunizada a una gran parte de la población. Este lamentable panorama nos pone los pies en el suelo y nos pincha el globo de "la ilusión" que tanto nos pone. Las vacunas también fallan y con prisas, mucho más. No se debe bajar la guardia y que la gente salga de estampida a las calles, negocios, fiestas y viajes porque ya se han inoculado millones de dosis "milagrosas", eso es también una altísima posibilidad de contagios "de rebaño", nunca mejor dicho. Es lo que tiene jugar con fuego "científico" creyendo haber encontrado la panacea que nos haga retomar la "normalidad" de las inercias que nos matan igual, pero más despacito, por goteo contaminante irreversible -el mismo que seguramente produce los virus y nuestras enfermedades de rebaño consumista enloquecido-. Para colmo es un error gravísimo creer que todos los seres humanos reaccionan igual ante la enfernedad y ante la inmunidad. Toda prudencia es poca, y no tanto por los virus como por la gestión de sus efectos, sobre todo en un medio tan tóxico como es el planeta Tierra en la actualidad, donde lo menos malo que puede suceder a sus habitantes es pillar una gripe. Basta con leer la prensa y ver las noticias cada día para darse cuenta del marrón y de que la peor pandemia ya crónica es nuestro sistem in failure

 

Margarita del Val advierte sobre la capacidad de contagio de los vacunados: "Habrá algún susto"

 
 

La inmunóloga del CSIC, Margarita del Val, ha entrado en directo en el programa laSexta Noche, presentado por Iñaki López, para hablar sobre la capacidad de contagio de los vacunados de COVID-19. La científica ha recalcado que "la protección frente a la infección es muy baja con las cuatros vacunas que tenemos disponibles ahora en Europa". En esta línea, ha recordado que las vacunas protegen frente a la enfermedad, pero no frente a la infección.

Para hacer más clara su explicación, Margarita del Val ha puesto como ejemplo el contagio en residencias de ancianos, entornos donde las personas están totalmente vacunadas: "Está claro que ahí hay contagio". A pesar de esto, no existen estudios hasta el momento que indiquen la capacidad de contagio tras ser vacunado.

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