Las cosas son lo que son
Una alianza con Vox para llegar al Gobierno es un ejemplo de libro
de la máxima de que “el fin justifica los medios” que es la forma de
expresar una manera de hacer política carente de cualquier tipo de
escrúpulos

A los alumnos de las
facultades de Derecho se les suele enseñar hacia la mitad de la
licenciatura, normalmente por parte de los profesores de Derecho Civil,
el principio de la irrelevancia del nomen iuris,
que se suele expresar con los términos: “Las cosas son lo que son y no
lo que las partes dicen que son”. Con dicho principio se traslada a los
alumnos la importancia de huir de las ensoñaciones y no perder el
sentido de la realidad.
La utilidad del principio no
se circunscribe únicamente al ámbito jurídico, sino que se proyecta
también en el terreno de la política y, de manera muy especial, en el
terreno electoral. Los resultados electorales son los que son y no los
que a los partidos que han participado en las elecciones les gustaría
que fueran. Y los partidos que han obtenido esos resultados son los que
son y, si ninguno consigue por sí solo la mayoría suficiente para formar
gobierno, tendrá que llegar a acuerdos con otro u otros, si es que
llegar al gobierno es su objetivo.
Causa un cierto sonrojo tener que escribir esta
perogrullada, pero, tal como está el patio, resulta necesario hacerlo.
50, que son los escaños que tienen PSOE y Adelante Andalucía, son más
que 47, que son los escaños de PP y Ciudadanos. Pero 59 son más que 50 y
a los 59 únicamente llegan PP y Ciudadanos sumando los escaños de Vox.
En consecuencia, si PP y Ciudadanos quieren llegar al gobierno de la
Junta de Andalucía necesitan los escaños de Vox. Y para conseguirlos,
necesitan llegar a algún tipo de acuerdo con dicho partido.
Ocurre, sin embargo, que Vox, como se está dejando dicho en numerosas
informaciones por los más diversos medios de comunicación, es una
“enmienda total a la Constitución” (véase este artículo de Amaya Iríbar en El País).
No es el punto 84 del acuerdo programático de PP y Ciudadanos el que se
ve afectado por el ideario de Vox, sino que es la totalidad del mismo
lo que resulta incompatible con dicho ideario.
Una
alianza con Vox para llegar al Gobierno es un ejemplo de libro de la
máxima de que “el fin justifica los medios” que, como todo el mundo
sabe, es la forma de expresar una manera de hacer política carente de
cualquier tipo de escrúpulos de naturaleza moral. Únicamente a través de
una “enmienda total a la Constitución” pueden llegar PP y Ciudadanos al
Gobierno de la Junta de Andalucía. Y es como van a llegar. Y únicamente
a través de una colaboración permanente de dicha “enmienda a la
totalidad” podrán navegar la legislatura, porque la van a necesitar para
cada paso que quieran dar.
La pretensión de
Ciudadanos de que no hay pacto alguno con Vox es pueril. No solamente no
engaña a nadie, sino que va a tener que estar dando explicaciones
inverosímiles de aquí hasta el mes de mayo, cuando se celebren las
elecciones autonómicas y municipales y vuelva a encontrarse en una
posición similar a la que le han colocado los ciudadanos andaluces al
votar el 2 de diciembre de la forma en que lo han hecho. Ya le está
pasando con su candidato a la alcaldía de Barcelona, que tengo la
impresión de que se va a caer de la lista antes de que se abra el
proceso electoral.
Ciudadanos va a tener su cuota parte de responsabilidad en el “blanqueo” de Vox, que se encargará de hacerlo ver urbi et orbi.
Parece incluso que con exigencia de reunión previa entre las
direcciones de los tres partidos con la correspondiente constancia
gráfica.
Si no quiere participar en la operación de blanqueo, ya sabe lo que tiene que hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.