George Orwell: «En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».
sábado, 29 de septiembre de 2018
De este modo ejemplar se responsabiliza la Iglesia Católica de sus inmatriculaciones, con esa virtud de la pobreza y desapego de los bienes materiales que la caracterizan.Según el evangelio que tanto predican los domingos y fiestas de guardar, a esos prendas Jesús los llamaba raza de víboras y sepulcros blanqueados y así acabó el pobrecico, como el concejal Ardines...Ains!
Una joya del siglo XIII oculta en un descampado
La
ermita de Santa María la Antigua, en Carabanchel, sufre vandalismo,
necesita una rehabilitación y carece de indicaciones a pesar de ser Bien
de Interés Cultural
La pregunta, realizada a la salida de la parada de metro Eugenia de Montijo, siempre da resultados similares:
— “No me suena”
— “Ni idea”
—“¿Seguro que está aquí?”
Las respuestas de vecinos y personal del metro dan una idea de que
pocos en la zona saben que, a menos de 500 metros de la boca del
suburbano, se encuentra la ermita de Santa María la Antigua, una auténtica joya mudéjar y la iglesia más antigua de Madrid, que permanece casi olvidada en un descampado y maltratada por basuras y grafitis.
“Es la única iglesia completamente mudéjar conservada en Madrid y la
más antigua de la capital, si bien no debemos olvidar que Carabanchel no
se incluyó en el término municipal de Madrid hasta 1948”, explica Juan
Cortés, autor de Mayrit. Guía ilustrada del Madrid medieval.
El historiador destaca la cubierta mudéjar del templo, “que actúa a su
vez como pie o soporte, donde se pueden apreciar algunas escenas de San
Isidro, así como castillos y leones referidos al reino de Castilla y
León”. También reconoce la importancia de la portada “que es una
auténtica preciosidad, con ese enorme alfiz tan del estilo mudéjar”.
Grafitis en el pórtico de entrada a la ermita.KIKE PARA
Un paseo desde el metro hacia el templo atraviesa el parque
de Ingenieros, poco cuidado y con restos de basuras, y se adentra luego
en la valla del cementerio de Carabanchel Bajo. No hay ningún cartel en
todo el recorrido para informar de lo que nos vamos a encontrar, y ni
Ayuntamiento —que dice no tener competencias— ni Comunidad tienen
previsto ponerlos. Al llegar, junto a una casa construida en mitad del
descampado y frente al descampado de lo que fue la antigua cárcel de
Carabanchel, llegamos a la ermita. Nos recibe primero el ábside
semicircular con bóveda de cuarto de esfera. Pasamos después por su
puerta lateral, que tiene una soberbia arquería, y llegamos luego a su
magnífica torre de ladrillo. Conserva de arquitectura mudéjar el ábside,
la torre, parte del muro sur, la portada y pinturas murales.
“El bellísimo pórtico es el máximo exponente de mudejarismo local de Madrid, con tres arcos abocinados de ladrillo, concéntricos, ondulados y lobulados con enmarcado en alfiz”, explica la Guía de Arquitectura
del Colegio de Arquitectos de Madrid. “El ábside, con ventana o hueco
central de traza ojival provista de saetera cegada con despiece
enjarjado y encuadramiento en rudimentario trance de alfiz, es de traza
semicircular con base de mampostería, sucesión superior de paños de
mampostería separados por verdugadas de ladrillo y culminación con
canecillos de ladrillos en saledizo”, continúa esta guía.
Pero, más allá de su arquitectura, destacan los grafitis que ensucian las paredes,
la puerta y varios puntos del templo. El Arzobispado de Madrid,
propietario de la ermita, y la Comunidad de Madrid, responsable de su
cuidado como bien de interés cultural, se echan la culpa mutuamente de
las pintadas que ensucian el monumento. “Es bien de interés cultural,
así que tiene que intervenir la Dirección General de Patrimonio Cultural
de la Comunidad para limpiarlos”, dice una portavoz eclesiástica. El
Gobierno regional responde que es la diócesis la que debe ejecutar el
lavado de las fachadas en sus edificios, incluido este. “Todo lo que
tiene que ver con el mantenimiento de los edificios le corresponde a la
Iglesia. Es cierto que en ocasiones se dirigen a la Dirección General de
Patrimonio para ver cómo hacerlo, pero es labor suya. Si hay grafitis,
los debe limpiar la Iglesia”, dice un portavoz del departamento.
Desconchones causados por las humedades en el interior del templo.KIKE PARA
Difícil de visitar
Tampoco ayuda a la ermita olvidada que no sea sencillo visitarla.
Para entrar en ella hay que ir a misa. Literalmente: el único momento de
la semana en el que el templo abre es durante el servicio de los
sábados, a las 11 de la mañana. También se puede acudir a la parroquia
de San Sebastián Mártir —distan un kilómetro— y pedir al párroco que
fije un día para la visita.
“La iglesia más antigua de Madrid requiere más atención. Se encuentra
en un camino donde confluían una escombrera de materiales de la cárcel
de Carabanchel y lápidas del cementerio”, se queja Juan García Vicente,
de Ecologistas en Acción. La asociación ha puesto en marcha un proyecto
para recuperar esa vía pecuaria, han limpiado parte de los escombros y
han plantado un centenar de árboles —pinos, almendros y encinas— en la
zona.
Un templo que esconde un pozo ‘milagroso’
San Isidro, el patrón de Madrid, está muy vinculado con esta ermita.
Justo al pasar la puerta del lateral de la torre se accede al lugar en
el que está el pozo en el que, supuestamente, realizó uno de sus
milagros. Según la leyenda religiosa, mientras San Isidro se encontraba
trabajando en el campo, su hijo cayó en el interior de este profundo
pozo —de 19 metros de profundidad—. Su mujer, Santa María de la Cabeza, y
él, se pusieron a rezar y el nivel del agua comenzó a subir hasta que
el niño salió a la superficie, sano y salvo. Este hecho aparece nombrado
en el Códice de Juan Diácono, que conserva el Cabildo Catedral y se
expone en el Museo. Datado en 1271, en este códice aparecen las primeras
noticias sobre el patrón de Madrid.
Tras la canonización de San Isidro, en 1622, la ermita se convierte
en un lugar de peregrinación. La tradición desaparece con el paso del
tiempo aunque a finales de los años noventa la Congregación del Carmen
de Carabanchel la recupera haciendo una romería popular hasta las
puertas de la ermita, con reparto de limonada y de las pastas “delicias
de la antigua”.
La Comunidad ya restauró completamente la iglesia entre los años 2001 y 2002.
Ya han pasado demasiados años. , pero en este tiempo ha sufrido
problemas de humedades —que han provocado desconchones en el interior— y
de vandalismo. “Hace dos años se hizo un estudio de la estructura
general y de cerramiento, y el resultado es que no existe riesgo”,
explica un portavoz de Patrimonio de la Comunidad. Ya está previsto
realizar una siguiente restauración.
Ya está previsto realizar una nueva restauración, con un presupuesto
de casi 100.000 euros. “El proyecto está redactado y se contemplan el
atado de vigas de cubierta y varios refuerzos estructurales, pero el
convenio está pendiente de ejecución hasta que haya un acuerdo con la
diócesis”, señalan desde Patrimonio. En unas semanas, habrá una reunión
entre la Comunidad y el Arzobispado para saber cuándo se pondrán en
marcha los trabajos. Por ahora no tienen fecha de inicio. Mientras
tanto, la ermita, como lleva siglos haciendo, aguanta erguida el paso
del tiempo.
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