Exactamente, Manel Fontdevila. Menos politizaciones estúpidas y cafres con lenguaje mediático sometido a la monarquización antipolítica, y más política decente al servicio de la ciudadanía soberana, que solo se entiende en la esencial Res Publica, la fuerza creadora e impulsora del derecho romano y semilla de los DDHH. Viva esa Catalunya, lúcida, bonica i sense por y viva toda la gente sana que no se deja camelar por las tripas y la cerrazón, porque ya es adulta para valorar la ética, el civismo y la solidaridad de las conciencias independientes de las apariencias y los apaños de cloaca
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