Si tienes la suerte de estar de vacaciones en algún lugar con playa, seguro que has visto esta imagen tan común:
bolsas,
tapones,
pajitas y trocitos varios de
plástico de mil colores que terminan
inundando los océanos: en las playas, entre las rocas, flotando en el agua, en el fondo marino. Incluso los cuerpos y estómagos de
aves,
peces y
ballenas se están llenando de plástico.
La producción de plástico está fuera de control y no para de
crecer, y ni el medio ambiente ni los océanos lo pueden digerir. Uno de
los principales focos de concentración de estos plásticos en superficie
es el giro oceánico del Pacífico, donde se acumula
una ‘sopa de plásticos’ de tres veces el tamaño de España.
“Alerta de emergencia plástica”. Así ha titulado la organización
Parley for the Oceans el vídeo que muestra la llegada de cantidades ingentes de plástico a la costa del Caribe dominicano:
Un problema que no solo afecta al Pacífico o al Mar Caribe:
en el mar Mediterráneo también hay miles de toneladas de plásticos flotando en superficie.
Hasta 12 millones de toneladas de plásticos entran en nuestros mares y
océanos cada año, llegando incluso a pasar a lo largo de la cadena
alimentaria hasta llegar a nuestros platos:
ya se han encontrado microplásticos hasta en la sal de mesa. Los efectos que tiene para las personas que los ingieren están todavía por determinar.
Cada vez somos más conscientes de que tenemos un
problema, y sois las personas como tú las que estáis tomando las riendas
en la lucha contra el plástico. Por ejemplo,
más de un millón
de personas en todo el mundo ya han firmado para pedir a las empresas y
supermercados que eliminen los plásticos de un solo uso.
Sabemos que el problema de los plásticos hay que atajarlo
desde la raíz: su producción. En Greenpeace pedimos a los gobiernos y a
las empresas que abran los ojos a la marea de contaminación por
plásticos que nos inunda y reaccionen rápidamente para
poner fin a esta crisis masiva que han ayudado a crear.
¡Ayúdanos a seguir presionándolos!
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