jueves, 1 de marzo de 2018

Con las iglesias seguimos topando

El CD de la vergüenza: orgías gais y fiestas con prostitutos en el seno de la Iglesia



El Vaticano vuelve a verse implicado en escándalos sexuales. EFE



Un informe ha sacado a la luz la existencia de orgías homosexuales, contrataciones de prostitutos y conversaciones sexuales por teléfono que implican a sacerdotes de toda Italia y el Vaticano. La información afecta a doce arzobispados y cerca de 60 sacerdotes. Llama la atención la hipocresía de la situación, ya que es la misma Iglesia Católica la que considera estos como pecado ya que su objetivo no es la procreación.
El Arzobispado de Nápoles ha reconocido la existencia del dosier, que contiene 1.200 páginas con elementos gráficos sobre los hechos) y avanza que su contenido será investigado. "El material será oportunamente examinado para ser enviado a las diócesis interesadas para su eventual evaluación", admitía en un comunicado.
Algunas de dichas grabaciones llegaron al Obispado en forma de CD
Gaynews.it ha sido el encargado de desvelar el informe. El portal afirma que obispos, frailes, religiosos y seminaristas utilizaban una aplicación para relaciones homosexuales. Entre la información que contiene el dosier se encuentran fichas de los implicados, además de pantallazos de conversaciones sexuales en la aplicación. Un hecho que llama aún más la atención teniendo en cuenta las declaraciones homófobas a las que nos tienen acostumbrados muchos de los sacerdotes
Todo partió de una filtración por parte de un joven napolitano que se dedica a la prostitución y al que se le había requerido sus servicios en los actos denunciados. Algunas de dichas grabaciones llegaron al Obispado en forma de CD.
Para los religiosos, concretamente para Bernando Álvarez, obispo de Tenerife, los gays son unos "enfermos". Parecida es la opinión de Xavier Novell, obispo de Solsona, en la que se refiere a la homosexualidad como “confusión en la orientación sexual” y la vincula a la “falta de una figura paterna”.
Solo hay que hacer un leve repaso a la hemeroteca para encontrarse con declaraciones de representantes de la Iglesia Católica que difunden la fe cristiana de manera homófoba y sexista.  Frases como “hay menores que desean el abuso y te provocan”“el erotismo hace difícil respetar a los niños” son algunas de las oraciones que han salido de sus bocas.

Otros escándalos sexuales en la Iglesia

No es la primera vez que la Iglesia se ve envuelta en escándalo. Uno de los más famosos es el ocurrido en Boston (Estados Unidos) entre los años 1984 y 2002. Allí el cardenal estadounidense Bernard Law encubrióde algunos casos de curas pederastas cuando era arzobispo. La historia volvió a ser actualidad con la película Spotlight (2015), que narra la investigación periodística que destapó el caso.
Un escándalo que salió a la luz el pasado año 2017 es en el que se implica al número tres del Vaticano, George Pell, acusado de abuso a menores en Australia cuando era sacerdote en la ciudad de Ballarat (1976-80) y cuando fue arzobispo de Melbourne (1996-2001). Él afirmó "deseando comparecer" ante la Justicia y que es "inocente" de los cargos de presunta pederastia.
En el año 2010 las autoridades holandesas recibieron un total de 1.975 denuncias por parte de personas que aseguran que han sufrido abusos sexuales por parte de eclesiásticos del país. El documento oficial, además, ataca duramente la gestión de la jerarquía en los casos de estos abusos sexuales, cometidos la mayoría en las décadas de los años cincuenta y sesenta.
En las denuncias presentadas había acusaciones contra dos obispos holandeses, pero sólo una decena de abusos denunciados tuvo lugar en la última década, por lo que la mayoría habían prescrito. El caso holandés comparte bastante similitudes con el belga, donde en el año 2010 una comisión independiente recabó 500 denuncias en tan sólo unos meses. 
En España José Z.M., el pastor de la Iglesia Evangélica en Valencia, fue acusado de abusar sexualmente de una feligresa de 16 años. Ante el juez reconoció los hechos alegando que la menor se le 'insinuaba'. El acusado la abordó en varias ocasiones en la habitación de la adolescente 'y le manifestó sus deseos amorosos, llegando a besarla en la boca'. Otro día, antes de la celebración de un acto de la Iglesia Evangélica y estando a solas, llegó a abrazarla y forzarla sexualmente. A partir de entonces, el acusado la esperaba a la salida del colegio y la acompañaba a casa. 

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Y todo por causa del poder, del abuso que es el poder en sí mismo. La espiritualidad en libertad de conciencia y sin coacción de ningún poder ejecutivo sobre cualquier ser humano es la salvación de la humanidad, abre caminos nuevos, nos sana y nos fortalece sin que tengamos que debilitar a nadie para sentirnos más fuertes, simpre comparando fortalezas y cantidades. 
Pero el afán de poder y de control destruye el vínculo humano con lo mejor de sí mismos: el espíritu, el motor de la vida y de la conciencia, la luz interna y universal que no deslumbra ni ciega, pero ilumina y permite ver por donde andamos y por donde andan los demás a nuestro lado, quiénes somos y para qué estamos aquí cada una de nosotras y yosotros. Es el espíritu, (el chi, el ki, el atma, el pneuma, el tao, el prana, el espíritu santo, la inspiración reveladora que -independientemente de las religiones que hay de por medio-  nos impulsa en momentos fuertes de nuestras vidas a tomar decisiones impensables y resolutivas que luego los demás consideran heroicidades porque consiguen el bien común y son de gran ayuda para la humanidad sin apego religioso determinado y muchas veces sin religión alguna a la que acahacarle "el milagro"... ponedle el nombre que menos os moleste) 

Las religiones son caminos de la mitología antropológica y mitifican a sus jerarquías para concederles el poder de manipular todo lo que haga falta usurpando en exclusiva el lugar del espíritu y por ello resultan un fraude tarde o temprano. Los jerarcas no son santos por arte de birlibirloque, son humanos como todo el mundo y tienen sus debilidades, sus taras y sus precariedades. No son excepcionales por el hecho de practicar ritos o saberse de memoria los textos sagrados. E incluso su conocimiento teórico de tanta retahila les convierte en soberbios y prepotentes, un aura que les proporciona audiencia y sobrevaloración por parte de los fieles y crédulos, y de los niños y adolescentes en especial, -antes también eran las mujeres sus víctimas  voluntarias que dependían para todo del "director espiritual" para educar a s sus hijos o soportar a susu parejas a golpe de confesionario y consejitos de célibes que sólo hablaban de oídas- que se ven embaucados por las 'mejores intenciones' aparentes de quienes han sido nominados como los "pastores" del rebaño con todo lo que eso implica.
 O sea, que la humanidad no tiene arreglo y  es un rebaño universal incapaz de dar pie con bola si no hay un pastor que le indique el camino de la majada, con el bastón preparado y el perro dispuesto a ladrar y morder si es preciso para salvar del abismo a los borregos y borregas despendoladas y cada vez más idiotizados por el convencimiento de su invalidez natural.

 Llega Jesús de Nazaret y se da cuenta de lo que hay, y entonces, tomando el modelo rebañil le da la vuelta y explica que todo es uno en una inmensa familia cósmica en donde el amor es la sustancia primigenia que nos une como familia fraterna universal, capaz hasta de ser autosuficiente repartiendo panes y peces para que coman todos y nadie se quede excluido por falta de recursos, dice que la felicidad no es cumular sino saber disfrutar de los bienes compartidos como les pasa a las flores y a los pájaros, a la Naturaleza en general que es rica por herencia cósmica y nunca le falta de nada... Y entonces, van y lo matan para frenar el disparate de esa igualdad imposible y restaurar el sentido común de toda la vida, con sus estamentos sociales bien delimitados y con las barreras bien definidas que a ver qué iba a ser aquello, pd!. 
Pero entonces pensaron que lo ideal sería hacer una especie de potito tragable conservando las fantasías salvadaras del primer comunista de la historia con los privilegios jerárquicos en un popurrí religioso, justo lo que Jesús consideraba el estorbo número uno para nuestra evolución. Aquello que tanto reprobaba a la clase sacerdotal, legalista y farisea: la hipocresía y el gato por liebre constante que hacen de lo espiritual el mercadillo  de los lunes durante toda la semana y especialmente los domingos y fiestas de guardar: "habéis convertido la casa familiar en una cueva de ladrones", se le ocurrió espetarles mientras en pleno ataque 15M les tiraba los puestos de compraventa por el suelo....
Había que adecentar la imagen de aquel antisistema cuanto antes así que lo mejor tras el escarmiento de la cruz, era hacerlo rey resucitado en un trono pantocrátor, con lo cual se  mataban varios pájaros de un solo tiro: se elevaba el sufrimiento sadomaso a la categoría de divino, -de modo que los tiranos sociópatas eran y siguen siendo unos agentes imprescindibles  de nuestra salvación cuanto más malos son  mejor cumplen su cometido de hacernos santos a los demás, como ya explicó Ratzinger justificando a Judas como agente de la salvación sine qui non- y se impuso como modelo virtuoso la crucifixión, los latigazos, las espinas y el calvario y vivir sufriendo a lo bestia para poder conseguir el cielo luego, a toro pasado y todo por la gracia de dios, que menuda gracieta, vamos.... Con lo cual se dejaba en el limbo la curación de los males, enfermedades y destrozos humanos que Jesús se ocupó de sanar y  equilibrar durante su vida en la tierra.
Y el espíritu pasó a ser una especie de maletín de la Señorita Pepis a disposición del clero jerárquico debidamente acreditado , cumpliendo las órdenes de los papas, obispos y curas en general, así como la exlcusión total de mujeres en los puestos de mando y mayor responsabilidad, porque son unas blandas que solo sirven para seducir hombres virtuosos e intachables, y en el mejor de los casos, tener hijos y cuidar de la intendencia familiar y eclesial. A ver, si Eva doblegó con sus infundios la firme voluntad de Adán obligándole a dar el mordisco a la  Apple del momento, si María la madre de Jesús se tuvo que convertir sí o sí, en la esclava del señor y dejarse  hacer de todo para que naciera Jesús y  María Magdalena era un putón verbenero antes de convertirse en santa...¿Cómo tomarse en serio a las monjas que vinieron luego detrás a constituir la santa iglesia? ¿Cómo poner límites sexuales al poder sacerdotal que es el puto amo del cotarro sacrosanto y tiene poder para atar y desatar, como F.Franco, en el cielo y en la tierra? ¿Nadie se ha pereguntado nunca por qué si tienen tanto poder, los curas con ínfulas sacrosantas son mortales y petan como todo hijo de vecino y no se conoce ningún caso de resurrección como la de Jesús?
Y sobre todo, ¿cómo es posible que santazos de tal nivel que convierten cereales y vino en cuerpo y sangre de Cristo no tengan ni un poquito de poder sobre sus instintos más rastreros, insanos y maléficos y no sean capaces de frenarse ni por compasión, a la hora de abusar de inocentes o de contratar prostitutos para sus festines que tienen de divinos lo que yo de top model

En fin, que entrar en los lodos pantanosos del Eclesiastado es un verdadero ejercicio surrelalista del que se sale por los Cerros de Úbeda y como dios nos da a entender...nunca mejor dicho. 

Lo más sano y decente, cristiano, evangelista, budista, taoísta y sanamente ateo, sería tener un estado laico y aconfesional de verdad, que nos respetase a todas como el espíritu que somos y vivimos nos respeta sin hacer excepciones tiquismiquis ni en plan picaflor comparativo: que si mi verdad es más verdad que la tuya, que si mi papa es más molón que tu Dalai o mi gurú sabe más que tu párroco...o que mi homosexualidad es más chula que la tuya rojo de mierda (Maroto dixit ayer mismo...en fin). 
Y sobre todo que ni el espíritu ni las religiones sean el falso escudo protector de la indecencia generalizada ni el refugio de  tarados convertidos en personajes de ciencia ficción que viven divinamente a costa de engañar al prójimo como a sí mismos.
Hay una realidad indiscutible: una religión, lo mismo que una ideología, sólo es buena y vale de verdad si nos hace mejores personas, más lúcidos, conscientes, humanas, solidarias, íntegras, fraternales y felices de lo que nos hace su carencia.

Ya basta, porfa!

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