miércoles, 17 de mayo de 2017

Toma castaña con la rubia...La historia interminable, el rayo que no cesa, la vergüenza ajena en lugar de la vergüenza propia que no ha lugar

La Guardia Civil pone contra las cuerdas a Cristina Cifuentes y al PP de Madrid

La presidenta que ha hecho bandera de la lucha contra la corrupción no puede despejar este asunto acusando a la Guardia Civil de participar en una operación política en su contra







Cifuentes defiende que Rajoy no es un obstáculo para que el PP logre apoyos La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. EFE

1. La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, la UCO, acusa a la presidenta de Madrid de dos delitos muy graves: prevaricación continuada y cohecho. No hay todavía una imputación en firme, y aún no es seguro que eso vaya a suceder. Cristina Cifuentes es aforada, solo la puede imputar el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y antes lo debería pedir la Audiencia Nacional. Pero el informe de la UCO sí aporta datos muy graves contra Cifuentes y la implica en la financiación ilegal del PP: una maquinaria electoral que  hizo trampas en todas las campañas que ganó y que, según la Guardia Civil, atentó contra "el pluralismo político".
2. Cristina Cifuentes formó parte del patronato de Fundescam, la fundación opaca del PP de Madrid que durante años ejerció como base de operaciones de la financiación ilegal del partido. A través de Fundescam, el PP recaudaba dinero de empresarios amigos: unos donativos ilegales, porque los donantes contrataban con la administración y no podían aportar fondos al partido. Después el PP empleaba ese dinero en sus campañas electorales, manipulando las facturas para esconder su verdadero destino y ocultando esos gastos ante el Tribunal de Cuentas. En varias de las elecciones, gracias a estas trampas, la candidatura de Esperanza Aguirre gastó más del doble del dinero que declaró.

3. Cristina Cifuentes también fue vicepresidenta de la Asamblea de Madrid en los años en los que uno de los donantes de esta fundación se llevó varios contratos públicos del parlamento madrileño. Cifuentes presidía la mesa de contratación que adjudicó, entre 2009 y 2013, el servicio de cafetería de la Asamblea de Madrid a la empresa de Arturo Fernández: expresidente de la patronal madrileña, perejil en todas las charcas del PP madrileño y uno de los condenados por las black.
4. Hay serios indicios de que aquella adjudicación a Arturo Fernández "estaba decidida de antemano", asegura la Guardia Civil, que implica a Cifuentes en esa presunta prevaricación para favorecer al donante de Fundescam. La UCO, en tres informes distintos, detalla hasta seis irregularidades en ese concurso en el que participó directamente la hoy presidenta de la Comunidad de Madrid: los criterios de valoración fueron "contrarios a derecho", hubo "arbitrariedad" en el reparto de puntos, se "excluyó" a otras empresas indebidamente... Además, Cristina Cifuentes estuvo al mismo tiempo en dos sitios incompatibles entre sí: en la comisión de expertos que repartía los puntos de ese concurso público y en la presidencia de la mesa de contratación que daba la adjudicación. Según la Guardia Civil, compaginar estos dos puestos es "contrario a la legalidad" y "vulnera la imparcialidad" del concurso.
5. En esos años, Cifuentes también estaba en el comité de campaña del PP de Madrid. Es decir, en el lugar en el que, según la UCO, presuntamente se gastaban esos fondos irregulares que recaudaba Fundescam y que donaba, entre otros, Arturo Fernández.
6. El juez Eloy Velasco, que lleva el caso Púnica, descarta pedir al Tribunal Superior de Madrid la imputación de Cristina Cifuentes, a pesar de estos informes de la Guardia Civil, que recogen también las declaraciones del resto de las personas no aforadas que participaron en esa adjudicación. La opinión de Velasco es relevante, pero no salva del todo a la presidenta de Madrid porque el juez dejará el central de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional en cuestión de semanas.
7. Eloy Velasco no se va " a tomar por culo a Onteniente", como quería Ignacio González. Pero casi con seguridad –así lo cree el propio juez– Velasco se irá del juzgado que lleva Púnica y Lezo por un puente de plata: un ascenso y mejor sueldo a la nueva Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional. En este artículo Elisa Beni explica muy bien qué es esta nueva sala de apelaciones para gobernarlos a todos y por qué tenemos que temernos lo peor.
8. El nuevo juez que sustituya a Velasco será entonces quien pida (o no) la imputación de Cifuentes. Y en su decisión habrá un factor que pese mucho: lo que opine sobre el tema la Fiscalía Anticorrupción.
9. Las fiscales del caso Púnica son Carmen García Cerdá y María Teresa Gálvez. Las dos han tenido ya serios enfrentamientos con sus superiores cuando han intentado actuar contra un dirigente importante del PP. Fueron ellas quienes pidieron imputar en la Púnica al expresidente de Murcia Pedro Antonio Sánchez; sus jefes no les dejaron y ellas se negaron a firmar. Y García Cerdá también está en el caso Lezo: es una de los dos fiscales a los que  Manuel Moix intentó parar algunos de los registros de esta operación que afectaba a la gestión del Canal de Isabel II en los años de Alberto Ruiz-Gallardón.
10. Las dos fiscales que llevan el caso sí ven irregularidades en esta adjudicación a Arturo Fernández, en la que la UCO considera que Cifuentes participó "de manera indubitativa". Como de costumbre, no opina igual su jefe, Manuel Moix, que no tiene intención de pedir la imputación de Cifuentes. Moix es coherente con toda su trayectoria anterior; con toda una carrera de decisiones muy amables con el PP.
11. Moix, en una entrevista, ya criticó algo que aparece en estos informes: que la Guardia Civil detalle los presuntos delitos que se deducen de sus investigaciones. Según Moix, este es un trabajo de la Fiscalía y no de la Guardia Civil. Tras los informes sobre Cifuentes, las críticas del PP y la Fiscalía contra la UCO arreciarán.
12. Independientemente de lo que decida la Fiscalía y el nuevo juez de instrucción que sustituya a Eloy Velasco, los informes de la UCO son lo bastante contundentes como para que Cristina Cifuentes al menos comparezca en la Asamblea de Madrid y ofrezca una detallada explicación. La presidenta que ha hecho bandera de la lucha contra la corrupción no puede despejar este asunto acusando a la Guardia Civil de participar en una operación política en su contra. La máxima exigencia obliga siempre a la máxima ejemplaridad.

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Tiene narices que Moix acuse a la Guardia Civil de pasarse de competencias al calificar como delitos la prevaricación y el cohecho descarados y comprobados de Cristina Cifuentes y que el coleguita juez Velasco se haga el sueco para no fastidiar su salida del marrón con complicaciones de última hora; ya apechugará el siguiente peón judicial en el tablero del ajedrez ppeppero. Si hacen lo mismo cuando pillan a un chorizo de poca monta, al que llevan detenido por robar una moto, ¿por qué tienen que hacer excepciones cuando el chorizo es un cacique que roba, comete cohecho y prevarica a gran escala y a ojos vistas, cooperando en un fraude colosal con el resultado de daños gravísimos contra la ciudadanía y contra el propio estado de derecho? Es mucho más peligroso para la sociedad un delincuente institucional que un ratero de a pie, porque su daño es generalizado y se perpetra mediante el fraude y la manipulación institucional que sirve de tapadera hasta con leyes que conceden inmunidad política y tratos de favor, como es el caso de Moix. Una ignominia defensora de inmundicias y no un mecanismo de defensa social desde la Justicia. Tiene narices que lo que debería preocupar a un fiscal contra la corrupción, la transparencia  indispensable para que la Justicia sea Justicia y no una red de autoprotección mafiosa al servicio de gobiernos y poderes corruptos, en este país tenga que depender de las fuerzas de seguridad que investigan y no de la escurridiza y cada vez más cómplice incompetencia de los fiscales y jueces bien pagados, o amenazados o chantajeados. Y si salen decentes, son defenestrados , appartados ippso facto de los casos ppeligrosos, o aislados como si tuvieran la peste igual que  pasó en los casos de Garzón, Silva, Ruz o Castro. Mira tú, si Torres Dulce puso pies en polvorosa antes del desparrame anunciado del día de la bestia implacable: o sea, el día en que la mierda-ambiente revienta y lo invade todo sin avisar y se lleva por delante hasta al lucero del alba. Qué listo fue. Y qué bien le funcionó el tercer ojo, el de la clarividencia anticipativa.

Está resultando cada día más evidente que en este país solo tienen credibilidad y solvencia jurídica los magistrados que dimiten o son castigados por la mafia en el poder, o aquellos a los que el poder político descalifica y castiga por ser imparciales y honestos, por aplicar la ley con la justa igualdad que corresponde; el resto son una inutilidad y un estorbo engañabobos y trilero en plan 'togamocho', que, aparte de combinar estupendamente con un presidente pokemon fashion, nos sale carísimo, como el pp, tanto por lo que cobran, como por las recompensas cierrabocas y ojos, por lo que se pulen de los fondos públicos y malversan por su cuenta ninguneando ladrones oficiales, como por lo que damnifican a su paso. En fin, un disparate de poderes a la remanguillé de ida y vuelta, de hoy por ti y mañana por mí. Y viceversa.

Y ahora, fiscal y juez del cotarro, hagan los deberes, porfa, recordando el viejo derecho romano y traduzcan, si aun se acuerdan, claro, y si es que no han perdido el oremus con tanto ajetreo, aunque, haciendo u omitiendo ciertas cosas, tal vez nunca lo hayan  tenido disponible, el oremus; la conciencia, como montar en bici, nadar o conducir, no es de quita y pon como la toga, cuando se tiene nunca se pierde ni se deja colgar en las perchas, aunque a veces se la descuide y se la olvide entre intereses, ella no se da por aludida y no muere, incluso, nos sobrevive cuando peta nuestro cuerpo material o se nos va la pinza, sobrevive en la energía de aquello que hicimos con ella o sin ella y ahí quedan las huellas indelebles en la mejora o en el empeoramiento del mundo al que llegamos para aprender a ser y no para dejarlo esquilmado y  cada vez peor...
Los budistas a esa relación en negativo le llaman karma y en positivo dharma. En el cristianismo equivale a vivir bajo el peso de las leyes de la culpa que oprimen o bajo la gracia que libera, mediante la practica del cambio de pensamiento, sentimiento y voluntad que se concreta en los hechos y no en los sermones, rezos, ceremonias, protocolos, consejitos, códigos y normas ejemplares que nadie cumple aunque se memoricen y se repitan en plan loro, constantemente, como lleva milenios haciendo el clero de todas las religiones, repitiendo lo que hicieron sus pretendidos fundadores, que en realidad nunca lo fueron (las religiones las fundan los fans y seguidores  que nunca entendieron el mensaje de la libertad ácrata y autónoma del espíritu universal, pero les gusta como estribillo y etiqueta  contar a los demás lo que no entienden ni  practican en su vida y tener un apego que les justifique y les sitúe en el mundo con el barniz de un valor añadido que ellos no tienen y se adjudican con una pertenencia a algo que creen mejor que ellos, y les da caché, con lo que, como decía Jesús de Nazaret a los fariseos, ni entran ellos ni dejan entrara a los demás porque están convencidos de ser los únicos guardianes de la verdad, sin entender que la verdad no es un bloque de creencias ni un legado que algunos poseen, sino que , como el sol, es una luz que alumbra la vida desde la pluralidad de las percepciones, y por eso está en todos, ayuda a todos  y no puede ser de nadie en particular). Lo mismo debería ser la concepción de la justicia y del bien común si esto funcionase y progresara adecuadamente.

Quién sabe si es el poder lo que corrompe y degrada o  son sus detentadores los que corrompen y degradan el poder, que en realidad es una responsabilidad y no un pack de prebendas, glamour y chollos varios, y que según demuestran las autoridades incompetentes les viene tan grande a las tres columnas del estado español: la legislativa, la ejecutiva y la judicial.
Como en el Antón Pirulero, cada cual aprenda su juego y el que no lo aprenda pagará la prenda. Y no miro a nadie, sus señorias...

Habeas corpus? Ita, sed corpus civitatis desertus, delusus et iratus est, lex delenda per contumeliam falsae et corruptae res publicae et iniustitiae passim, item per istam causam, omnes cives verecundiam infinitam et indignationem maximam habent. 

Y si no tienen tiempo de hacer los deberes, seños, que traduzca la rubia que esté más a mano, por ejemplo, Cifuentes o Aguirre, no sé, la que les mole más y le queden mejor el tinte, los liftings  y los implantes capilares. Según decida el infalible tribunal, que para eso está, visto lo visto, off course!


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