
Una casa una ruina. Títeres desde abajo
“Tras dos meses y medio de creación por fin hemos presentado en Granada nuestro nuevo espectáculo La Bruja y Don Cristóbal. A cada cerdo le llega su San Martín.
Han sido unas semanas intensas de trabajo pero estamos muy satisfechos
con el resultado. Todavía nos queda mucho que hacer con esta obra y
muchos lugares que visitar”.
Así se expresaba hace apenas una semana la compañía Títeres desde abajo tras el estreno de la obra La Bruja y Don Cristóbal en
Granada, su ciudad de origen. La primera representación de la función
que ha llevado a prisión a dos de sus miembros tuvo lugar en la Biblioteca Social Libre Albedrío el
pasado 29 de enero, que en ningún momento en su web lo anunció como un
espectáculo infantil. Se trata de un centro social okupado, asambleario y
autogestionado. Al igual que CSOA La Redonda, donde también se puso en escena el 31 de enero.
En un comunicado,
la CNT Granada, vinculada a la compañía, afirma que “muchas personas
pudimos asistir a los dos actos, y conocer la trama y su trasfondo. Su
posición, que procura ser humanitaria ante ciertos problemas de
actualidad, podía chocar con el de otras posturas políticas. La obra sí
defiende la convivencia, la tolerancia y la aceptación de lo diferente.
Los enfrentamientos que se producen son ante representaciones de poderes
que no lo aceptan, y en ese sentido se desarrolla la trama”.
La polémica ha venido por el cartel de “Gora alka-ETA” que se exhibía durante La Bruja y Don Cristóbal, pero Títeres desde abajo estuvo buena parte de 2013, 2014 y 2015 girando por toda la geografía española con otra obra, En la plaza de mi pueblo.
Los escenarios que más han frecuentado durante su trayectoria han sido
espacios sociales autogestionados. Por ejemplo, con esta
función estuvieron en Madrid en La Villana o La Caba.
Actuaciones en la era Botella
Pero no sólo estuvieron en este tipo de escenarios. Esa función la
estrenaron el 30 de junio de 2013 en la capital española, en el X Festival Almenara. Dicho
evento está organizado por la radio libre y comunitaria del mismo
nombre de La Ventilla, que según su página se financia con “las cuotas
de los socios y subvenciones públicas gestionadas por el colectivo”.
Tuvo lugar en el Parque Agustín Rodríguez Sahagún, administrado por el
Ayuntamiento de Madrid, en plena era Ana Botella.
En
2012 realizaron un espectáculo en las fiestas del barrio del Pilar que,
además, consta en su página como el primero de la historia de la
compañía. Fue un 12 de octubre, en el marco de actividades paralelas al
programa oficial organizadas por la Plataforma por unas fiestas populares. Interpretaron Una casa es una ruina,
una historia antidesahucios con unos personajes que “sobreviven
bastante felices en la jungla de una gran ciudad, pero de pronto su
tranquilidad se ve amenazada con la aparición de un banquero que
pretende arrebatarles su casita nueva”.
El 11 de mayo de 2014, también con Botella, actuaron en el escenario principal de la Pradera de San Isidro de las fiestas municipales madrileñas, según su web. Lo hicieron con Fábula del Cocodrilo Resfriado y con Farsa de la Princesa Cursilinda, dos obras indicadas explícitamente como dirigidas al público infantil.
Con el espectáculo Lo que más duele en el mundo,
también para niños, estuvieron según consta en su página entre 2012 y
2013 en el Centro Cultural José Luis López Vázquez, en El Greco, en el
García Lorca o en el San José de Calasanz. El 23 de abril de 2013, según
su web, participaron con su Cuentacuentos en el Día del Libro de la
capital.
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