Ocho personas componen el equipo de campaña del candidato de Unidad Popular, con Clara Alonso a la cabeza. Se suman la ‘sombra’ de Garzón ─su jefe de prensa Dani Ayllón─ y el equipo de redes, que trabaja desde en una habitación a la que han llamado “la cueva”
JAIRO VARGAS
MADRID.- Alberto Garzón,
candidato a la Moncloa por Unidad Popular-Izquierda Unida, es uno de los
líderes políticos mejor valorados por los votantes, según el CIS. Pero
detrás de él hay un equipo de campaña del que, en buena medida, depende
que el 21 de diciembre pueda hacer algo más que salvar los muebles.
Las cosas no están bien en la organización. Los
problemas con la federación de Madrid, la desconexión con ésta el
pasado verano ─que dejó huérfanos a miles de militantes, ahora
enemistados con Garzón─, el portavoz de Podemos para concurrir juntos en una lista y, recientemente, la dimisión de varios miembros de sus tareas en el equipo de campaña por discrepancias en la estrategia han empinado demasiado el camino hasta el 5% o los cinco escaños que garantizan el grupo parlamentario. Las encuestas, internas y externas, no acompañan.
Por eso Garzón no escatima esfuerzos. Multiplica sus apariciones en los medios para compensar su exclusión de los debates a cuatro (en El País
y Atresmedia) y el “ninguneo” que su organización denuncia a diario. No
es fácil cuadrarlo todo entre mítines, actos, ruedas de prensa,
conexiones en directo y viajes. De eso se encarga Daniel Ayllón, su jefe de prensa y, prácticamente, la sombra del candidato. Lo acompaña allá donde vaya, ya sea un plató de La Sexta
o la cafetería de la esquina. Durante la campaña electoral, viajan
junto a él, al menos un responsable de argumentario y discurso y un
pequeño equipo audiovisual.
La directora de campaña es Clara Alonso, periodista y secretaria federal de Comunicación de Izquierda Unida. Es la mano derecha de Alberto Garzón; llegó a ese cargo hace dos años, cuando el malagueño fue designado secretario federal de Proceso Constituyente y asumió los galones que luego le convertirían en candidato.
La directora de campaña es Clara Alonso, periodista y secretaria federal de Comunicación de Izquierda Unida. Es la mano derecha de Alberto Garzón; llegó a ese cargo hace dos años, cuando el malagueño fue designado secretario federal de Proceso Constituyente y asumió los galones que luego le convertirían en candidato.
Alonso conversa, coordina y da directrices a los
responsables de las áreas en las que se divide el trabajo. Se reúnen a
diario para intercambiar nuevas ideas, repasar la agenda e informar al
candidato de cualquier novedad. Siempre que hay imprevistos, y Alonso
tiene la última palabra.
Una de las áreas de más peso en la campaña es la de “estrategia política y discurso”. Y, precisamente, ha sido la más problemática. Sus coordinadores, el secretario federal de Política Electoral de IU, Ramón Luque, y la secretaria federal de Convergencia, Lara Hernández, abandonaron esta tarea hace pocas semanas. El primero lo hizo por desacuerdo con la postura de la organización sobre la convergencia en Catalunya. La segunda alegó discrepancias en la línea discursiva y presencia de la vieja guardia en el equipo, inclinando el mensaje hacia la confrontación directa con Podemos.
Se refería a nombres como el ex eurodiputado Willy Meyer, que forma parte del equipo, aunque “una cosa es que aconseje y otra que tenga peso en la toma de decisiones”, apuntan fuentes internas. La coordinadora actual es Sira Rego, primera teniente de Alcalde de Rivas-Vaciamadrid, firme defensora de la postura de Garzón durante la guerra interna en IU-CM. Entre los miembros de este grupo están, según ha podido saber Público, Marga Ferré, secretaria federal de Programa Electoral; Eddy Sánchez, excoordinador de IU-CM; o Eduardo Garzón, también miembro del equipo económico, del de argumentario y hermano del candidato. Desde la distancia, colaboran pesos pesados de la federación de IU en Andalucía, como el secretario de organización, Toni Valero, o el ex secretario general del PCA, Felipe Alcaraz.
Otro de los nombres que se vinculan a la vieja guardia de IU es el de José Antonio García Rubio. Coordina el área de argumentario, también encaminada a generar discurso, y es más cercano al coordinador federal, Cayo Lara, que a Alberto Garzón, al que incluso ha criticado abiertamente durante esta campaña en un documento firmado junto a otros exmilitantes de IU-CM y del PCM. Criticaban la línea discursiva de Unidad Popular, lamentando la “febril fascinación” de la dirección de IU hacia Podemos y calificando a la candidatura de “SICAV electoral” del partido de Iglesias. García Rubio, también secretario federal de Economía y Trabajo de IU es de esas pocas personas que sigue militando en IU sin darse de baja en la repudiada IU-CM. Cabalgar contradicciones, lo llaman ahora.
Una de las áreas de más peso en la campaña es la de “estrategia política y discurso”. Y, precisamente, ha sido la más problemática. Sus coordinadores, el secretario federal de Política Electoral de IU, Ramón Luque, y la secretaria federal de Convergencia, Lara Hernández, abandonaron esta tarea hace pocas semanas. El primero lo hizo por desacuerdo con la postura de la organización sobre la convergencia en Catalunya. La segunda alegó discrepancias en la línea discursiva y presencia de la vieja guardia en el equipo, inclinando el mensaje hacia la confrontación directa con Podemos.
Se refería a nombres como el ex eurodiputado Willy Meyer, que forma parte del equipo, aunque “una cosa es que aconseje y otra que tenga peso en la toma de decisiones”, apuntan fuentes internas. La coordinadora actual es Sira Rego, primera teniente de Alcalde de Rivas-Vaciamadrid, firme defensora de la postura de Garzón durante la guerra interna en IU-CM. Entre los miembros de este grupo están, según ha podido saber Público, Marga Ferré, secretaria federal de Programa Electoral; Eddy Sánchez, excoordinador de IU-CM; o Eduardo Garzón, también miembro del equipo económico, del de argumentario y hermano del candidato. Desde la distancia, colaboran pesos pesados de la federación de IU en Andalucía, como el secretario de organización, Toni Valero, o el ex secretario general del PCA, Felipe Alcaraz.
Otro de los nombres que se vinculan a la vieja guardia de IU es el de José Antonio García Rubio. Coordina el área de argumentario, también encaminada a generar discurso, y es más cercano al coordinador federal, Cayo Lara, que a Alberto Garzón, al que incluso ha criticado abiertamente durante esta campaña en un documento firmado junto a otros exmilitantes de IU-CM y del PCM. Criticaban la línea discursiva de Unidad Popular, lamentando la “febril fascinación” de la dirección de IU hacia Podemos y calificando a la candidatura de “SICAV electoral” del partido de Iglesias. García Rubio, también secretario federal de Economía y Trabajo de IU es de esas pocas personas que sigue militando en IU sin darse de baja en la repudiada IU-CM. Cabalgar contradicciones, lo llaman ahora.
Del programa se encarga Marga Ferré. De la coordinación y de la agenda, Adolfo Barrena (secretario de organización de IU) y Lola Sánchez Tudela (Secretaria de Finanzas y Secretaria de Presidencia). Puro PCE de la cuerda del candidato.
Aunque parezca que todo está bien parcelado, la realidad no se organiza de la misma forma, y los grupos de Whatsapp y de Telegram hierven a cada minuto. Todos hacen un poco de todo y cualquier recurso es bienvenido. De hecho, parte del grupo de comunicación de IU en el Parlamento Europeo está echando el resto en esta campaña.
Aunque parezca que todo está bien parcelado, la realidad no se organiza de la misma forma, y los grupos de Whatsapp y de Telegram hierven a cada minuto. Todos hacen un poco de todo y cualquier recurso es bienvenido. De hecho, parte del grupo de comunicación de IU en el Parlamento Europeo está echando el resto en esta campaña.
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