Soraya Thermomix. Es recogida y
laboriosa, llena de artilugios recambiables, como una maquineta
multiusos de cocina, que lo mismo te rebana las cebolletas, te pica el
pollo para hacer el relleno, que te borda los aros de cebolla, te monta
una bechamel o una vinagreta en un plisplás para una cena de compromiso a
última hora o un picoteo improvisado, una mousse de limón o la papilla
de Pepito en un voleo. Un viceprimor de muchacha, que se sabe al
dedillo el recetario completo de las leyes y códigos, con una memoria
digna de una Canon y de una IBM, apañada y dispuesta como ella sola. La
pena es que no se dedique solo a la cocina, donde sería sin duda la
mastercheffa indiscutible, sino que se haya empeñado en gobernar en
lugar del Califa, o más grave todavía, que sea el Califa quien la
convoque para que gobierne en su lugar cuando él está atascado en el
baño con las dos piernas metidas en el mismo camal del pantalón y con
los cordones de ambos zapatos atados entre sí, la bañera rebosando, los
grifos a saco desatados , las tostadas achicharrándose en la "carmela" y
el cartero llamando al timbre para entregar una carta certificada
comunicando un ERE en el banco diestro del Parlamento...Soraya rien ne
va plus.
Soraya amasando vallas.
autorizando cuchillas
a las puertas de Melilla,
y el perfume a perejil,
Soraya y sus recortables,
sus respuestas infumables
y su caja de herramientas
para remendar encuestas
saltando por las enmiendas
o rescatando ministras
que oscilan según les rote
entre ser tontas o listas
en Jaguars y componendas
Soraya como bolita
de pimienta sabrosona
como grano de mostaza
sésamo o ajonjolí
aderezando el escaño
con su mirada de bambi
trufada de mala leche
y crema de frenesí
Soraya tapacosturas
siempre metida en el ajo
roto para descosido
costumbre de jefe huído
maestresa Gowex cañí,
cuando todo se termine
con España hecha un pingajo
dinos, oh, ilustre herramienta
y robot con pedigrí, dinos
desde tu omnisciencia,
¿qué vamos a hacer sin ti?
Una preguntita intrascendente ¿Todas las limpiezas a saco que ahora de
repente invaden Madrid a diestro y siniestro en plan histérico, a buenas
horas mangas verdes y a punta pala, son privadas, verdad,
indescriptible pp? Lo mismo que los aviones que trajeron a los ilustres
frailes contagiados, no? Qué pedazo de negocio...!!! El convenio laboral
con el ébola os está saliendo redondo, eh, pillines? No hay cárceles
que os merezcan; comparadas con vuestro sentido de la moral, las
prisiones de este mundo son monasterios budistas...y los delincuentes
que las habitan, son lamas virtuosos a vuestro lado...
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