Este año no podemos seguir cerrando los ojos ante las atrocidades que refugiados y migrantes padecen en Libia. Secuestros, torturas, trabajos forzosos, venta de esclavos y de esclavas sexuales... Es urgente: hay que sacarlos de allí.
"Si pudiese retroceder en el tiempo, volvería a huir de Eritrea. No
tenía opción. Pero jamás volvería a Libia", dice una refugiada de 22
años, cuyo nombre y rostro no compartimos por motivos de seguridad. Esta
joven estuvo retenida durante un año en Libia, donde
fue víctima de abusos psicológicos, físicos y sexuales. El año pasado,
fue evacuada a Finlandia gracias al apoyo de los socios de ACNUR.
Algunas jóvenes están embarazadas o tienen hijos pequeños, fruto de los abusos que han sufrido desde que huyeron de sus países de origen. Además, 1 de cada 3 evacuados son niños que se han enfrentado a estos peligros en solitario. En 2019, los refugiados más vulnerables atrapados en el infierno libio necesitan tu apoyo.
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