Sexo y homeopatía
“Lo que me gusta de tu
cuerpo es el sexo. Lo que me gusta de tu sexo es la boca. Lo que me
gusta de tu boca es la lengua. Lo que me gusta de tu lengua es la
palabra”.
(Julio Cortázar)
¡Por fin el post que todos estaban esperando!
Por fin podemos aclarar algunas de las dudas existenciales que circulan por la redes sobre sexo y homeopatía.
Veamos algunas de ellas:
- ¿Puede alargarse el pene con homeopatía?
- ¿Hay algún tipo de medicamento viagra homeopático para las mujeres? ¿y para los hombres?
- ¿Hay algún medicamento homeopático para conseguir orgasmos cósmicos?
- ¿Se puede curar la homosexualidad con homeopatía?
- ¿Y qué hay de los anovulatorios homeopáticos, eh?
Preguntas
Vayamos entonces primero con ellas y dejemos para después las más serias y propiamente relacionadas con el tema-
¿Puede alargarse el pene con homeopatía?
A menos que los pseudoescépticos, que
saben mucho más de medicamentos homeopáticos que nosotros, me digan que
en alguna web de la Siberia Oriental venden CHICLEPENIUM 200 CH yo diría
que, lamentable o afortunadamente, no, no hay tal medicamento.
Así que nada, a otra cosa.
-
¿Se puede curar la homosexualidad con homeopatía?
Aunque pueda parecer increíble no sé
quién dice que también hay una página web “homeopática” (?) que dice
“curar” la homeosexualidad.
Bueno, pues me es igual lo que diga esa
supuesta web, ya se pueden llamar como quieran y poner los nombres más
exóticos de medicamentos homeopáticos para ese menester que no, que
ningún médico serio se plantea “tratar” una orientación sexual libremente elegida por una persona.
Pregunta equivocada, pues.
-
¿Y qué hay de los anovulatorios homeopáticos, eh?
Eso, eso… ¿Cuántas veces habéis leído, en
tono de chanza, que como en homeopatía no hay anovulatorios eso prueba
que es un método que no es válido? Ese y el de por qué no te tomas un
anestésico homeopático si vas al dentista es de los chascarrillos más
utilizados por algunos de los defensores de los transgénicos. Y usted me
dirá que qué tiene que ver esto con los defensores de los transgénicos y yo le digo que nada, claro, y que vamos al grano, no al transgénico sino al normal.
Y mi pregunta es ¿alguien me puede dar alguna razón de por qué tendría que haber anovulatorios homeopáticos?
¿Por qué no tiene trompa un rinoceronte? pues mira, porque no. Tiene cuerno. Ah.
La homeopatía se puede utilizar para lo
que se puede utilizar y no se puede utilizar para lo que no se puede
utilizar. Es sencillo. Si además los medicamentos homeopáticos estimulan los mecanismos de autorregulación
del organismo pues eso no encaja mucho con el mecanismo de acción de
los anovulatorios. Y como la homeopatía no es “alternativa”, ni
“sustitutiva” de nada y nosotros somos médicos y valoramos y nos sentimos muy orgullosos de nuestra medicina (toda) pues recetamos anovulatorios cuando hay que hacerlo. Y anestésicos y antibióticos también. Poco más se puede decir.
O sea, algo así como ser partidario de
transgénicos y detractor de la homeopatía. Una cosa es una cosa y otra,
otra, aunque parezca todo una. No sé si me explico.
Vamos entonces con las preguntas más serias y al tema en sí que bien se podrían resumir en una:
-
¿Qué papel pueden tener los medicamentos homeopáticos en afecciones tales como pérdida del deseo sexual (tanto en hombre como en mujeres), vaginismo, dispareunia (coito doloroso), disfunción eréctil, eyaculación precoz, anorgasmia…?
De todas estas situaciones, que podremos
ir tratando en sucesivas entradas, la que más destaca, por su frecuencia
y actualidad, es la de la falta de deseo tanto en hombre como en mujeres.
Hay que decir que las causas pueden ser múltiples y lo primero es descartar cualquier enfermedad o medicamento que puede conducir a ello.
Entre los medicamentos que afectan al deseo sexual encontramos un buen número:
· antidepresivos
· algunos antihistamínicos
· antihipertensivos,
· algunos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
· quimioterápicos
· opiáceos
· drogas (como coca, heroína, alcohol, etc.)
Asimismo un buen número de enfermedades crónicas pueden alterar el deseo sexual como diabetes, artritis, cáncer, enfermedades neurológicas, hipertensión, etc.
No olvidemos tampoco que pueden existir cambios en la respuesta sexual a consecuencia de la edad y situaciones como embarazo, postparto o menopausia
y que también puede influir el tipo de educación recibida (normalmente
más en mujeres), experiencias sexuales traumáticas o sensaciones
negativas asociadas a vivencias sexuales.
Por otro lado, la rutina,
la sensación de que siempre es lo mismo y que ya sabes lo que va a
pasar no es un buena amiga de la excitación y el deseo y si a eso le
añadimos algunos otros problemas que atañen a la intimidad y la comunicación entre la pareja
como los problemas cotidianos sin resolver, las cargas familiares y del
hogar, etc. acaban por desinflar al más pintado y a la más pintada.
Pero, por si fuera poco, aún hay un añadido más y es el sempiterno estrés,
o sea, esa palabra que nos sirve de comodín para meter todo lo que no
sea fehacientemente “orgánico” pero de la que todos tenemos experiencia,
hasta los más cuadriculados cientifistas, de sus devastadores efectos. El estrés prolongado, que está también en el origen o desencadenamiento de múltiples afecciones, no podía faltar aquí. Y, como sabemos, cada uno lo vive a su manera
según el modo de ser de cada cual. Y la ansiedad y los estados
depresivos, muchas veces concomitantes formando parte del mismo pack.
Y es que la sexualidad es un fenómeno complejo que abarca a la totalidad del individuo. Por ello, una vez descartadas otras causas, los medicamentos homeopáticos pueden ser muy útiles porque consideran a la persona en toda su globalidad además que también hay medicamentos que cubren algunas situaciones concretas. Y por eso aquí, como en tantas otras situaciones, el cómo vive cada uno ese estrés se compagina muy bien con la idea homeopática del medicamento personalizado que tenga en cuenta no solo la alteración concreta sino toda esa complejidad que conforma al ser humano y que le hace reaccionar de forma diferente y única.
Y es que la sexualidad es un fenómeno complejo que abarca a la totalidad del individuo. Por ello, una vez descartadas otras causas, los medicamentos homeopáticos pueden ser muy útiles porque consideran a la persona en toda su globalidad además que también hay medicamentos que cubren algunas situaciones concretas. Y por eso aquí, como en tantas otras situaciones, el cómo vive cada uno ese estrés se compagina muy bien con la idea homeopática del medicamento personalizado que tenga en cuenta no solo la alteración concreta sino toda esa complejidad que conforma al ser humano y que le hace reaccionar de forma diferente y única.
Sepia, Agnus Castus, Causticum, Natrum
Muriaticum… son algunos de los más utilizados, pero cada situación y
cada vivencia son distintas como digo y habrá que atenerse a ellas para
hacer una buena prescripción.
Medicamentos que son compatibles, además, con cualquier otro y, por supuesto, con otras terapias psicológicas, en mi caso la psicoterapia breve, que, en mi experiencia, veo también muy recomendables en la mayoría de estos casos.
Orgasmos
Y para finalizar esta primera entrega me aventuro a responder otra de las preguntas del principio, para que no se diga. La de cómo conseguir orgasmos cósmicos. Y es que una vez superada mi proverbial timidez ya me atrevo con todo. Preparados pues para tomar apuntes.
Aunque, en mi humilde opinión (en este
campo es mejor ser humildes) esto va a depender mucho del talento y
pericia de cada uno, voy a recomendar un medicamento homeopático que no solo es útil en esta situación sino en las otras que hemos mencionado e incluso también para tomar de forma rutinaria.
Un gran medicamento porque sus efectos secundarios son casi irrelevantes y su efectividad es muy alta.
Se trata de Amor 30 CH.
Por favor, búsquenlo.
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