jueves, 10 de enero de 2019

Qué lección de humanismo y de valores en esta web de nuestros médicos homeópatas, -en esta ocasión es el doctor Fernández Quiroga-, a los que agradecemos de todo corazón su existencia ¡y sobre todo su ESENCIA!


Sexo y homeopatía

“Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo. Lo que me gusta de tu sexo  es la boca. Lo que me gusta de tu boca es la lengua. Lo que me gusta de tu lengua es la palabra”.
(Julio Cortázar) 




¡Por fin el post que todos estaban esperando!
Por fin podemos aclarar algunas de las dudas existenciales que circulan por la redes sobre sexo y homeopatía.
Veamos algunas de ellas:
  • ¿Puede alargarse el pene con homeopatía?
  • ¿Hay algún tipo de medicamento viagra homeopático para las mujeres? ¿y para los hombres?
  • ¿Hay algún medicamento homeopático para conseguir orgasmos cósmicos?
  • ¿Se puede curar la homosexualidad con homeopatía?
  • ¿Y qué hay de los anovulatorios homeopáticos, eh?
Pues sí, para mi sorpresa he visto algunas de estas preguntas en Internet o comentarios a ellas, también las he visto en alguna web de pseudoescépticos de la homeopatía o requerimientos que me hacen a mí o a mis compañeros en Twitter u otras redes…

Preguntas

Vayamos entonces primero con ellas y dejemos para después las más serias y propiamente relacionadas con el tema
  • ¿Puede alargarse el pene con homeopatía?
A menos que los pseudoescépticos, que saben mucho más de medicamentos homeopáticos que nosotros, me digan que en alguna web de la Siberia Oriental venden CHICLEPENIUM 200 CH yo diría que, lamentable o afortunadamente, no, no hay tal medicamento.
Así que nada, a otra cosa.
  • ¿Se puede curar la homosexualidad con homeopatía?
Aunque pueda parecer increíble no sé quién dice que también hay una página web “homeopática” (?) que dice “curar” la homeosexualidad.
Bueno, pues me es igual lo que diga esa supuesta web,  ya se pueden llamar como quieran y poner los nombres más exóticos de medicamentos homeopáticos para ese menester que no, que ningún médico serio se plantea “tratar” una orientación sexual libremente elegida por una persona.
Pregunta equivocada, pues.
  • ¿Y qué hay de los anovulatorios homeopáticos, eh?
Eso, eso… ¿Cuántas veces habéis leído, en tono de chanza, que como en homeopatía no hay anovulatorios eso prueba que es un método que no es válido? Ese y el de por qué no te tomas un anestésico homeopático si vas al dentista es de los chascarrillos más utilizados por algunos de los defensores de los transgénicos. Y usted me dirá que qué tiene que ver esto con los defensores de los transgénicos y yo le digo que nada, claro, y que vamos al grano, no al transgénico sino al normal.
Y mi pregunta es ¿alguien me puede dar alguna razón de por qué tendría que haber anovulatorios homeopáticos?
¿Por qué no tiene trompa un rinoceronte? pues mira, porque no. Tiene cuerno. Ah.
La homeopatía se puede utilizar para lo que se puede utilizar y no se puede utilizar para lo que no se puede utilizar. Es sencillo. Si además los medicamentos homeopáticos estimulan los mecanismos de autorregulación del organismo pues eso no encaja mucho con el mecanismo de acción de los anovulatorios. Y como la homeopatía no es “alternativa”, ni “sustitutiva” de nada y nosotros somos médicos y valoramos y nos sentimos muy orgullosos de nuestra medicina (toda) pues recetamos anovulatorios cuando hay que hacerlo. Y anestésicos y antibióticos también. Poco más se puede decir.
O sea, algo así como ser partidario de transgénicos y detractor de la homeopatía. Una cosa es una cosa y otra, otra, aunque parezca todo una. No sé si me explico.
Vamos entonces con las preguntas más serias y al tema en sí que bien se podrían resumir en una:
  • ¿Qué papel pueden tener los medicamentos homeopáticos en afecciones tales como pérdida del deseo sexual (tanto en hombre como en mujeres), vaginismo, dispareunia (coito doloroso), disfunción eréctil, eyaculación precoz, anorgasmia…?
De todas estas situaciones, que podremos ir tratando en sucesivas entradas, la que más destaca, por su frecuencia y actualidad, es la de la falta de deseo tanto en hombre como en mujeres.
Hay que decir que  las causas pueden ser múltiples y lo primero es descartar cualquier enfermedad o medicamento que puede conducir a ello.
Entre los medicamentos que afectan al deseo sexual encontramos un buen número:
· antidepresivos
· algunos antihistamínicos
· antihipertensivos,
· algunos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
· quimioterápicos
· opiáceos
· drogas (como coca, heroína, alcohol, etc.)
Asimismo un buen número de enfermedades crónicas pueden alterar el deseo sexual como diabetes, artritis, cáncer, enfermedades neurológicas, hipertensión, etc.
No olvidemos tampoco que pueden existir cambios en la respuesta sexual a consecuencia de la edad y situaciones como embarazo, postparto o menopausia y que también puede influir el tipo de educación recibida (normalmente más en mujeres), experiencias sexuales traumáticas o sensaciones negativas asociadas a vivencias sexuales.
Por otro lado, la rutina, la sensación de que siempre es lo mismo y que ya sabes lo que va a pasar no es un buena amiga de la excitación y el deseo y si a eso le añadimos algunos otros problemas que atañen a la intimidad y la comunicación entre la pareja como los problemas cotidianos sin resolver, las cargas familiares y del hogar, etc. acaban por desinflar al más pintado y a la más pintada.
Pero, por si fuera poco, aún hay un añadido más y es el sempiterno estrés, o sea, esa palabra que nos sirve de comodín para meter todo lo que no sea fehacientemente “orgánico” pero de la que todos tenemos experiencia, hasta los más cuadriculados cientifistas, de sus devastadores efectos. El estrés prolongado, que está también en el origen o desencadenamiento de múltiples afecciones, no podía faltar aquí. Y, como sabemos, cada uno lo vive a su manera según el modo de ser de cada cual. Y la ansiedad y los estados depresivos, muchas veces concomitantes formando parte del mismo pack.
Y es que la sexualidad es un fenómeno complejo que abarca  a la totalidad del individuo. Por ello, una vez descartadas otras causas, los medicamentos homeopáticos pueden ser muy útiles porque consideran a la persona en toda su globalidad además que también hay medicamentos que cubren algunas situaciones concretas. Y por eso aquí, como en tantas otras situaciones, el cómo vive cada uno ese estrés se compagina muy bien con la idea homeopática del medicamento personalizado que tenga en cuenta no solo la alteración concreta sino toda esa complejidad que conforma al ser humano y que le hace reaccionar de forma diferente y única.
Sepia, Agnus Castus, Causticum, Natrum Muriaticum… son algunos de los más utilizados, pero cada situación y cada vivencia son distintas como digo y habrá que atenerse a ellas para hacer una buena prescripción.
Medicamentos que son compatibles, además, con cualquier otro y, por supuesto, con otras terapias psicológicas, en mi caso la psicoterapia breve, que, en mi experiencia, veo también muy recomendables en la mayoría de estos casos.
Orgasmos
Y para finalizar esta primera entrega me aventuro a responder otra de las preguntas del principio, para que no se diga. La de cómo conseguir orgasmos cósmicos. Y es que una vez superada mi proverbial timidez ya me atrevo con todo. Preparados pues para tomar apuntes.
Aunque, en mi humilde opinión (en este campo es mejor ser humildes) esto va a depender mucho del talento y pericia de cada uno, voy a recomendar un medicamento homeopático que no solo es útil en esta situación sino en las otras que hemos mencionado e incluso también para tomar de forma rutinaria.
Un gran medicamento porque sus efectos secundarios son casi irrelevantes y su efectividad es muy alta.
Se trata de Amor 30 CH.

Por favor, búsquenlo.

No hay comentarios: