Oda musical, himno nacional de Mediocrilandia o banda sonora de El EstropicioSinFin, una película que no necesita rodaje ni proyección, la tenemos espolvoreada por todas partes, flotando en el aire como el virus de una pandemia. Un retrato clavaíto del momento actual noticiable y noticiero...Menuda resonancia magnética, jolines, qué marrón!
La insólita decisión del presidente del Gobierno de tomarse unos
días de reflexión, antes de decidir si dimite o no, ha causado sorpresa
en todos, desolación en unos, alegría en otros, y esperanza, de nuevo,
en el líder de la oposición, que afirma que no es presidente porque no
quiere. Debe tener la fábula de “la zorra y las uvas” de libro de
cabecera. Cada vez que ve un rayo de luz, algo en su cerebro le dice: “calienta que sales”,
y salta a la palestra para proponerse, cual superhéroe sin mallas, como
la única y necesaria salvación de España. Desde la más absoluta
modestia, sube él solo a la tribuna para anunciar que sigue disponible.
Claro que, un señor que no sabía que su amigo era un narcotraficante, a
pesar de haber copado muchas portadas de periódicos por esa peculiaridad
profesional, y que no es capaz de afirmar si ha estado con él en
Andorra o no (sólo recuerda que había nieve), puede que salve España,
pero de un hecho puntual, porque para dirigir los destinos hacia el
imperio donde no se ponía el sol se le ve más lúcido a Biden, y me
atrevería a decir que hasta a Ortega Cano. Por darle un consejo de
madre, le diré que vigile las amistades, porque ese tipo de señores traficantes no siempre van a Andorra a esquiar.
Ahora bien, si se va a dedicar a presidir ese partido político, ahí no
va a tener problemas, porque son “liberales” y les trae sin cuidado lo
que contengan las bolsas del maletero. Si le pillan de marrón le pedirán
que sea fuerte, que cierre el pico, y harán lo que puedan de la mano de
sus contactos togados para que todo salga bien. Eso sí, siempre que
parte del botín acabe en la sede central, ya que de vez en cuando habrá
que darle una manita de pintura.
[Nota: Es curioso que dicha sede esté en Génova, donde ya en el siglo XVI –y cito un artículo de historia– se trataba de una república “con un mínimo de principios y un máximo de manipulaciones, que no aborrecían la política más depredadora”.
Resulta increíble tamaña coincidencia cósmica, al punto de que alguno
se preguntará si le han puesto el nombre a la calle porque ahí se reúnen
esos patriotas españoles que responden de forma tan precisa a esa
descripción.]
Por centrarnos en el tema, cosa que nos cuesta mucho a Feijóo y a
mí, habría que recordar a Pedro Sánchez que tan sólo es el último objetivo de una larga lista de acosados por el entramado judicial que rige el así llamado Estado de Derecho.
En su día, cuando dicho acoso no se cebaba en los suyos, las
aberraciones judiciales con las que trituraban a otros, incluido su
propio vicepresidente, no le motivaron jornada de reflexión alguna.
Tendría cosas más importantes en que pensar. Demostró una torpeza absoluta con su indiferencia, pensando que le estaban haciendo el trabajo sucio gratis,
porque aquellos advenedizos que le quitaban el sueño, según sus propias
palabras, eran su mejor muralla: mientras las invisibles fuerzas del
mal estuvieran ocupadas con los díscolos podemitas, él podría disfrutar
de jornadas de extraordinaria placidez. Debió haber intervenido a través
de su ministro responsable de la cosa, haber detenido aquello, porque
una vez asumido el informe PISA, elaborado por la policía
democrática y constitucional, llamada patriótica, a las órdenes del
señor Fernández Díaz, a la sazón Ministro de Interior, pillado
infraganti delinquiendo en su despacho con un responsable de la justicia
(esta vez con minúsculas), para fulminar la carrera de rivales políticos a los que había que buscar causas para dar con sus huesos en chirona,
una vez normalizadas estas estrategias mafiosas, decía, todo valdría y
todo ha valido. “… Cuando vinieron a por mí ya era tarde”.
Pedro Sánchez tan sólo es el último objetivo
de una larga lista de acosados por el entramado judicial que rige el
así llamado Estado de Derecho
Del acoso político “ya tal…”, como diría ese otro genio del pensamiento que ha pasado a la historia como un ser espectral
porque, a día de hoy, el Poder Judicial, independiente y apolítico, es
incapaz de dilucidar quién es M. Rajoy. Sólo saben que trabajaba en
Génova, porque era allí donde le entregaban los sobres. Conocemos, eso
sí, que su amor por los sobres llenos de billetes contrastaba con su
desprecio hacia las sacrosantas instituciones que representaba como
presidente de España porque, el día que iban a despojarle de dicha
presidencia, decidió abandonar su escaño para emborrachase con los
colegas en el bar de al lado, dejando su asiento ocupado por el bolso de
una de sus escuderas, escenificando así un insulto al máximo órgano de
la representación democrática sin precedentes, que explica gran parte de
lo que pasa hoy. Una pena que no sepamos quién es ese M. Rajoy, pero lo
que sí imaginamos es que hoy, que se pretende acabar con el presidente Sánchez con métodos mafiosos, se lo debe estar pasando pipa gritando: “Donde las dan las toman”. Porque así entienden que es el orden constitucional. Que no les vengan con la chorrada esa de “la ley”, porque ellos son “La Ley”.
El señor Sánchez afirma que, a pesar de todo, sigue teniendo fe en la Justicia. Bueno, sí, claro, ¿quién no?. En la Justicia con mayúsculas. Como en la Historia. O en la Medicina momentos antes de entrar al quirófano. ¿Queda otra?
La pregunta tiene trampa, porque aquel que conteste que no queda
eliminado del juego democrático. Ahora bien, si se pregunta: “¿Tiene
usted fe en los jueces?”. Ante esta cuestión sólo cabe responder antes de pillarse los dedos: “¿En todos?”.
Es tan larga la lista de prevaricaciones, persecuciones políticas,
reuniones conspiratorias, declaraciones inadmisibles, concentraciones
con la ropa de faena para que resulten más amenazantes, absoluciones
paranormales, en algunos casos después de haberse declarado culpables
los que estaban siendo juzgados, y disparatadas reducciones de condenas
en recursos en instancias superiores, que más que poner la mano en el
fuego por los jueces, lo mejor es correr a comprarse un extintor.
Ya nos gustaría dejarles en paz, pero
colaboren con el normal funcionamiento de la Justicia porque se están
produciendo atentados graves contra el sistema democrático y algunos
vienen desde la acción beligerante de jueces. Por eso le devuelvo la
sugerencia: ¡Déjennos en paz!
Y cuando digo hechos paranormales, no lo digo de coña. Un ejemplo: el juez García Castellón. Comenzó
su carrera persiguiendo a una clínica abortista, poniendo patas arriba
la intimidad de aquellas mujeres, gracias a una denuncia presentada por
su hermano, presidente entonces de Provida y miembro del Opus Dei. ¿Os
suena el método? Todo un pionero. Pues ese juez tiene poderes
extrasensoriales. En su sentencia del caso del robo del móvil de Dina
Bousselham, afirmaba que todo se lo habían inventado ella y Pablo Iglesias para victimizarse,
y conseguir más votos en las elecciones. Leía la mente de los que
perseguía con saña, mientras era incapaz de leer las pruebas de otros,
más afines ideológicamente, a los que libraba de cualquier condena sin
el menor problema. Claro está que este señor no caía del cielo.
Ignacio Gónzález, en conversación telefónica que hemos podido escuchar,
le pedía a Eduardo Zaplana –que hoy se sienta en el banquillo para
intentar justificar los millones que se encontró entre los cojines del
sofá de su casa– que apartara en la Audiencia Nacional al juez del caso Lezo,
Eloy Velasco, y se trajera de vuelta a García Castellón –que llevaba
doce años de retiro dorado por Europa cobrando un pastón– para que se
pusiera al frente de ese juzgado. Dicho y hecho, y en los casos que
tenían pendientes diferentes cargos del PP por múltiples presuntas
fechorías, les fue de maravilla. Esa es la fe en la
justicia que tienen los ministros y presidentes de Comunidades Autónomas
de España, quieren que les juzgue un juez específico y sólo ése.
El historial del señor García Castellón es impresentable y sus
diversas declaraciones en foros y conferencias para echarse a temblar.
Pero tranquilos, porque para controlar este tipo de desmanes de los jueces hay una institución que nos ampara:
el Consejo General del Poder Judicial. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!. ¡Cada
vez que se cita ese nombre, muere un niño en alguna parte del planeta! Ya saben, esa institución en la que llevan emboscados diez años unos jueces
que se niegan a marcharse a su casa por una razón muy sencilla: no les
da la gana. Las excusas son múltiples, pero hay una realidad
incuestionable: si la justicia española fuera independiente y sus
miembros profesionales y responsables, daría igual que esos sillones los
ocuparan otros jueces cualesquiera de reconocido prestigio. ¿O no es
así?.
No es así. El Partido Popular entiende que teniendo a la justicia comiendo de su mano la impunidad está garantizada y a ello dedica sus hercúleos esfuerzos.
García Castellón comenzó su carrera
persiguiendo a una clínica abortista, poniendo patas arriba la intimidad
de aquellas mujeres, gracias a una denuncia presentada por su hermano,
presidente entonces de Provida y miembro del Opus Dei
Ahora están enfadados en ese CGPJ ilegítimo porque no les dejan
nombrar jueces para las plazas vacantes. Y menos mal. Estaban nombrando
contrarreloj, en puestos vitalicios, a jueces de inusitada juventud en
un afán indisimulado de copar la justicia de por vida. Y estas cosas no
se me ocurren a mí, las extraigo de las declaraciones de un alto cargo
de la judicatura que, preguntado con motivo de la llamada ley del solo sí es sí
por qué unos jueces revisaban casos a troche y moche y otros decían que
no había nada que revisar, respondía que sólo había jueces
profesionales y otros que no lo eran. Bueno, pues habrá que darle la
razón. Hay dos tipos de jueces. Ya empezamos a entendernos.
Ante las críticas y la indignación inevitables por los numerosos
casos extravagantes –que algunos tachan de serviles– del señor García
Castellón, el actual presidente en funciones del CGPJ, Vicente Guilarte,
saltó a la palestra a poner orden y envió un mensaje a la sociedad: “Déjennos en paz”.
¿Sería mucho pedir que fueran ustedes los que nos dejaran en paz a los demás?. ¿Sería un exceso exigirles que se limitaran a cumplir con las funciones que se les asignan?.
Lo de marcharse a su casa ya sabemos que no, pero da mala imagen que,
precisamente, la cúpula de la justicia sea la primera en incumplir la
ley.
Ya que se declaran en rebeldía con la excusa de que los
políticos no se ponen de acuerdo para su renovación, al menos, limítense
a lo suyo. Por cierto, no son “los políticos”, son los señores del Partido Popular. Cuesta creer –yo no lo creo– que a ustedes, que son tan precisos con el lenguaje, se les escape esta cuestión tan obvia.
Dejen de emitir comunicados profilácticos que nadie les ha pedido cuando se van a aprobar leyes en el Parlamento. Eso es actividad política. Habrá que recordarles que la división de poderes les atañe también a ustedes.
Manifestarse –como ocurrió– ante las sedes de los tribunales con
sus togas y sus puñetas, contra el pacto alcanzado entre el PSOE y
Junts, que derivó más tarde en una protesta contra la aún inexistente
ley de amnistía, señor Guilarte, es una falta grave que le compete a usted, precisamente, sancionar.
Hay que recordarles de nuevo la división de poderes. Se habla mucho de
ello en el sentido de evitar la intromisión de los gobiernos en el poder
judicial, pero el señor Montesquieu también hablaba de las nefastas
consecuencias de la intromisión del poder judicial en los otros, y esto
aparece menos en los debates. Cito textualmente lo que decía al
respecto: “no hay
libertad, si la potencia de juzgar no está separada de la potencia
legislativa y de la ejecutiva. Si estuviese unida a la potencia
legislativa, el poder sobre la vida y la libertad de los ciudadanos
sería arbitrario; debido a que el juez sería un legislador. Si se uniera
a la potencia ejecutiva, el juez podría tener la fuerza de un opresor”. Pues eso.
Estos señores coparían para siempre la
Justicia en España si los jueces se eligieran a sí mismos para el CGPJ,
el Constitucional, Supremo… Estos postulados de extrema derecha no
pueden presidir en exclusiva la acción judicial
Ya nos gustaría dejarles en paz, pero colaboren con el normal funcionamiento de la Justicia porque se están produciendo atentados graves contra el sistema democrático y algunos vienen desde la acción beligerante de jueces. Por eso le devuelvo la sugerencia: ¡Déjennos en paz!
Una última cuestión que, en principio, parece lógica. Se trata de la pretensión de que los jueces elijan a los jueces sin intervención del Parlamento.
Sí, parece lógico, si no fuera por los pronunciamientos de los
representantes de las asociaciones de jueces como los de la portavoz de
la Asociación Profesional de la Magistratura, doña María Jesús del
Barco, sobre la ley de amnistía cuando afirma que: “Sería volar por los
aires el Estado de Derecho. Se quiere dar un paso más para situarnos en
el principio del fin de la Democracia”. ¿Un paso más?, ¿cuántos van?, ¿desde cuándo la acción parlamentaria de los ciudadanos camina hacia un régimen totalitario?, ¿desde que el PP no gobierna?
Estos señores –que como digo son mayoría– coparían para siempre la Justicia en España si los jueces se eligieran a sí mismos
para el CGPJ, el Constitucional, Supremo… Estos postulados de extrema
derecha no pueden presidir en exclusiva la acción judicial y, como
consecuencia, política en nuestro país. Para esto último están las
elecciones generales que eligen a los representantes de los ciudadanos
en el Parlamento. Eso y no otra cosa es la Democracia.
Como ciudadano alarmado por las consecuencias de acciones judiciales que pueden y pretenden acabar con un Gobierno legítimamente constituido,
como ha ocurrido últimamente en Brasil o en Portugal, y ahora estamos
viendo con un descaro absoluto en nuestro país, hago mío su deseo de
vivir en paz dentro del sistema democrático que los españoles nos hemos
dado y me permito recordarle, para terminar, que no fueron los partidos
políticos –mucho menos los jueces– los que trajeron la Democracia a
España. Fueron los ciudadanos los que sufrieron encarcelamientos,
torturas, secuestros. Fueron los ciudadanos los que pusieron los muertos
en aquella transición. Como heredero orgulloso de aquel cambio le
devuelvo su deseo y les pido: ¡Déjennos en paz!
______________________
José Miguel Monzón Navarro
(Madrid, 1955), más conocido como El Gran Wyoming,, es humorista,
presentador de televisión, actor, músico, médico, escritor y columnista.
Presentador de 'El Intermedio' en laSexta.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entrevistado en la televisión pública, TVE.
"No he visto la envergadura de cómo el fango lo iba monopolizando todo". En su entrevista en Televisión Española (TVE), el presidente del Gobierno hizo autocrítica ("No
he sabido actuar antes ante esta situación"), aceptando que el acoso
que él y su mujer sufren de la ultraderecha y sus satélites políticos,
judiciales y mediáticos ya lo han sufrido -y en mayor grado muchas
veces- Pablo Iglesias, Irene Montero, Mónica Oltra, Ada Colau y "artistas, intelectuales, periodistas ...". Los citó, a Oltra y a Colau, por su apellido y sin que les preguntaran específicamente por ellas; sí lo hizo XabierFortes sobre Iglesias y Montero.
Pedro Sánchez ha dado el mayor énfasis al problema democrático de los pseudomedios,
herramientas de la antipolítica para destruir a quienes no piensan como
ella, y algo menos, a la justicia y a la renovación del Consejo General
del Poder Judicial (CGPJ), pidiendo que no se responsabilice al PSOE de
un "secuestro" del que es culpable el PP. Si alguien esperaba una
segunda parte de la comparecencia (sin preguntas) que
se desvelase en TVE y completase la épica que, obviamente, se ha
pretendido azuzar en toda la izquierda en estos cinco días, pinchó en
hueso. No ha habido propuestas legislativas concretas, por ejemplo, para
tratar de resolver un problema que, como él mismo reconocía, afecta a
todas las democracias: la desinformación.
"Acabamos todos arrastrados en esos debates de bulos. No va de mí. Yo soy un privilegiado, soy el presidente del Gobierno".
El jefe del Ejecutivo quiere abrir un debate social, transversal y
universal, mientras la sociedad -particularmente quienes estamos
implicados en el noble oficio de informar- reclama soluciones a un
político que ha sido elegido presidente del Gobierno. La jugada del
debate universal, de la reflexión colectiva, es muy complicada y difusa y
no estoy segura de su éxito sin que Sánchez y el PSOE se dejen pelos en
la gatera, aunque también es complicado intentar legislar
democráticamente sobre los medios de comunicación sin rozar los límites
del derecho a la información, la libertad de expresión, de prensa o el
secreto de las fuentes periodísticas, entre otras cuestiones muy
delicadas. Regular la publicidad institucional que reciben los medios,
sí podría ser una buena y transparente idea, porque es dinero público y
su recaudación y distribución posterior depende únicamente de las
administraciones.
Sánchez no ha querido hablar de medidas concretas, tampoco sobre las
responsabilidades de los familiares directos de los responsables
institucionales, como Begoña Gómez, su mujer, cuando
tienen su trabajo en el sector privado y puede haber colisiones de
intereses, lo cual me parece una excelente idea que protege también a
los familiares del político electo al indicarles el camino a seguir. El
presidente del Gobierno quiere un debate amplio, "transversal", sobre
este asunto que, efectivamente, debe darnos miedo, puesto que
las herramientas de las que dispone la maquinaria del fango son cada vez
más sofisticadas y con efectos más rápidos y perversos sobre la opinión
pública. Un debate tan ambicioso, planteado únicamente como
tal, no obstante, corre el riesgo de diluirse en una sociedad que muchas
veces está incapacitada para sentarse a pensar en la cena de los/as
hijas por la vorágine de las vidas que llevamos.
Necesitamos medidas concretas, de prevención y control, de vigilancia del dinero público en la inversión de herramientas de mentiras y difamaciones, como pseudomedios y pseudosindicatos.
El debate está bien, pero la política está para resolver la vida de la
gente, no de complicársela: pese a la apariencia de ruido y furia, hay
una mayoría social muy consciente del daño que se está haciendo a la
democracia, y lo han debatido desde que en 1998, Luis María Anson dijo
en una entrevista que para echar a Felipe González del Gobierno "se rozó
la estabilidad del Estado", porque con las urnas no había manera. Y miren que no había razones para hacer una oposición democrática dura a González ... Pero no, el PP de Aznar tuvo que recurrir a la guerra sucia y ahí seguimos.
No hablemos solo de debates, que también, sino de acción y política; de
protección y agrandamiento de lo elemental: nuestra cultura de la
democracia.
Nos enfrentamos, sin duda alguna, a la limpieza de un basurero total, cuya contaminación afecta a tod@s y de cuya limpieza tod@s somos responsables.
Empecemos desde el principio de la democracia en las Esppañas. El primer paso a tener en cuenta es que la dictadura que nos hizo papilla durante casi cuarenta años, sólo acabó -aparentemente- con la enfermedad y muerte del dictador a los ochenta y pico añetes. Si el tiempo y la salud se lo hubiesen permitido, aún estaría en El Pardo haciendo de las suyas y el pueblo autómata, for ever and ever, and ever again, saliendo a aplaudirle en la Plaza de Oriente y en los desfiles militares, como al único imperator, "salvador" y "señor" del cotarro. Hubiese sido un verdadero milagro que esa trayectoria feudo/dictatorial se esfumase milagrosamente por sí misma, sin la cooperación consciente y mucho más evolucionaria que revolucionaria de la sociedad. Si en la despensa de la casa todo está caducado y putrefacto, no pretendamos que los alimentos de un Paleolítico intoxicado se puedan cocinar y comer sin consecuencias letales para cocineros y consumidores. De aquellas basuras vienen estas podredumbres.No cabe la menor duda, sobre todo cuando, como en mi caso y en el de mi generación, se ha sido testigo presencial y sufridor del pastiche. No sólo la derechona fue el resultado, también la izquierda estaba muy afectada, porque procedía del mismo almacén existencial. Quienes tenían verdadera alma y conciencia despiertas, habían muerto asesinados o agotados por la barbarie disfrazada de "orden, "paz"(¿?) y "justicia"(¡!) o se habían exiliado por propia decisión. Lo que quedaba manejable por estos andurriales era sólo el ganado necesario para que la dehesa patria funcionara como mandaban caudillamente los fusiles y las cunetas...¿A quién se le podría ocurrir que en ese ambientazo pueda aparecer una democracia de verdad por arte de birli-birloque?
En Esppaña, como colectivo geopolítico nunca hemos hecho limpieza en el basurero inicial. Y cuando digo "limpieza" no digo exterminio de "los malos" ni de "los enemigos", me refiero a una limpieza general desde dentro de nosotr@s mism@s. Una toma de conciencia en la que reconozcamos el SER por encima del aparentar, poseer, rebuznar y dar coces, bofetadas o mordiscos, en diversos formatos como calumnias, mentiras, insultos, abusos, entuertos y marranadas impresentables y socialmente asesinas, para ser los "señores feudales" de la cuadra, del gallinero, del toril y la zahúrda. Pues el peor enemigo del ser humano es él mismo, cuando no sabe quién ES ni por qué y para qué está aquí y sólo el instinto más primario es su "director antiespiritual" y genocida, potenciador de "luchas", "guerras justas", basureros for ever , ppasta y ppoder al pportador de enchufes, cloacas, chanchullos y desguaces de todo lo que signifique conciencia, alma, ética, igualdad, libertad, todo ello imposible sin sorofraternidad y viceversa.
Resulta que Pedro Sánchez se ha visto obligado a resistir y a sufrir ese suplicio, sólo por potenciar desde el Gobierno, un cambio de visión y de estructuras cooperadoras y políticamente integrativas, con las que superar el marrón heredado, del que tampoco se libró el primer socialismo "a la esppañola", que asumió con mucho estilo y caché Felipe González y su camarilla de colegas, llamando "socialismo" a un invento que tenía de socialista lo que Franco de conciencia y de alma. Al fin y al cabo, el clima social y ético, había sido y era aún el mismo para todos y todas en idéntica fábrica convertidora de inmundicias en comestibles. ¿Cómo si no, encajar el GAL de un estado asesino, la corrupción a tope de Roldán, de Aida Álvarez, de Juan Guerra, del BOE, rezumando el jugo de La Bodeguilla felipesca? Y no es que Felipe González fuese un monstruo rarito y bipolar, es que, simplemente, era la adaptación a mano izquierda de las burradas pedagógicas y "ejemplares" a mano derecha.
Lo normal, cuando nos cambiamos de casa es hacer limpieza general antes de vivir en ella. Lavar a fondo los suelos, pintar paredes y techos, revisar tuberías, ventanas y puertas, manivelas, grifos y desagües, cerraduras, cables, interruptores, enchufes...Eso faltó desde el principio en nuestra "democracia" a estrenar desde 1976. Limpiar la casa común, empezando por dentro y dejando la fachada para el final. Aquí, para seguir como siempre, a la esppañola, se empezó por la facha-da y ahí se ha quedado la cosa estancada por completo. El resultado es el estado de Pedro Sánchez, su agotamiento y su no saber por donde tirar ante el colapso social de la mierda sin frenos e incluso aceptada como lo más natural. De modo que se exige instantáneamente su eliminación inmediata por parte del más afectado por ella. O sea, Sánchez, al que saliendo a duras penas de su estado de schock, una prensa espectadora e inútil le exige a la salida de la UCI psicoemocional y moral, que el superviviente les dé un programa completo de soluciones para el desastre. Si esa prensa tuviese conciencia verdadera en vez de un doctorado cum laude en cantamañanismo, se habría ido sin remilgos a ver a la oposición para pedirles, exactamente esas soluciones que nunca aportan y sustituyen por insultos, calumnias y fango a tope, tan tóxico como inútil y patológico. ¿No se debería pedir cuentas a los ninots ppepperos, en vez de acosar a la víctima superviviente del intento de cremà? Este mogollón impresentable nunca habría tenido lugar sin las guarradas voxciferantes del pp y/o ppepperas voxciferantes, que ya no se distinguen entre sí. Es terrible tener que soportar cada cinco minutos o menos, en la tele, los mismos disparates inhumanos de Feijóo, Gamarra y demás esponsors de la barbarie amoral, da igual en qué cadena...Qué triste que el periodismo acabe en este plan...y ningún periodista sea capaz de decir ¡basta!, dejemos en su lugar el periodismo rupestre, por favor, y convirtámonos de una bendita vez, en buena noticia, en evangelio (euangellòs, como decían lo griegos), en esperanza, en integración, en creatividad compartida, en convivencia, en respeto, en alegría y en amor sorofraterno también para "los malos" que tanto lo necesitan...aquí y ahora.
Un periodismo que confunde la información con la expresión de sus ocurrencias, sin tener en cuenta el daño que se puede hacer a esa sociedad que presuntamente informa(¿?) a base de usar su opinión en vez de dar testimonio en limpio de la verdad objetiva y que luego la sociedad opine lo que sus principios éticos y más sanos le inspiren, no es válido ni útil, es tóxico y sin siquiera pretenderlo, provoca confusión y desconfianza social en esos mismos medios, que ya no resultan creíbles sino confusos y manipulables, a años luz de la verdad y de la sensatez, del bien común. Y por ello la ciudadanía hace zappig con más frecuencia cada día, para salir del caos y crear un espacio social en el que compartir esa realidad y crear soluciones parciales y sanas, como en el caso de Sánchez, ha sido la respuesta social multitudinaria y sorofraterna a un ser humano hundido psicoemocionalmente, antes que lider político. Pura empatía mucho más que lucha estúpida y letal para la convivencia.
Exigir que el enfermo recién levantado de la cama emocional, tras el bajón que le hundió la salud, nos ponga al día de todo lo que necesitamos saber y él desea organizar y comunicarnos, sin duda, sin dejarle espacio para ordenar su mente, sus ideas y sus sentimientos, es una actitud bastante inhumana, más propia de fachilandia que de un mundo empático, sano y tan inteligente y necesario para comprender el poder restaurador y curativo de la empatía, de la igualdad y de la fraternidad. Pedro Sánchez no es una máquina, ni un robot de I.A. aún es un ser humano. Y deberíamos valorarlo en vez de agobiarlo mientras se recupera. Es indudable que responderá a todo y lo hará lo mejor posible, pero para ello tiene que seguir un orden interno equilibrado. No se puede improvisar todo lo que afecta al bien común, a la solución acertada de los problemas más graves y urgentes. La precipitación por imagen, "para quedar bien", es una fábrica de errores. Vale mucho más usar el tiempo para reflexionar y crear lo nuevo serenamente, que precipitarse en improvisar y cagarla, con toda seguridad cuando el terrorismo ideo(i)lógico está al asalto, como siempre, para dar otro golpe más al Estado de Derecho y de salud democrática. Tal vez el periodismo podría ayudar, ofreciendo en sus medios, a la ciudadanía un aporte de ideas, de necesidades y de sugerencias, y una vez recogidas las propuestas dárselas al Poder Ejecutivo(Sánchez) y al Legislativo (Parlamento). Querid@s Heidis, recordad que siempre nos beneficia humanamente, a tod@s, ofrecer y dar más ayuda y luces que caña y apagones, sin más finalidad y resultado que ejercer de señorit@s Rotenmayer.
La prensa sana, antes que el boom chismoso de la noticia, prefiere el logro de la salud informativa, serena y constructiva, la noticia terapéutica como el bálsamo de Fierabrás que diría D. Quijote, inspirado por Cervantes.
Ánimo, prensa decente, no te dejes arrastrar, ni permitas que la basura ppertinaz del voxcerío convertido en calima irrespirable se esconda debajo de tu alfombra y haz limpieza cuanto antes, pasa la aspiradora y la fregona de tu alma y de tu conciencia regadas con el agua y el detergente en el cubo de la inteligencia, y así dejarás limpísima y desinfectada de una vez por todas, la despensa del Xappappote, hasta por tu propio bien y tu salud alimenticia, carinyet!
Lee aquí el discurso completo de Pedro Sánchez en el que anuncia su continuidad como presidente del Gobierno👍👍👍👏👏👏💜💓💚💛🙏🙏🙏🙏🙏!!!!
El jefe del Ejecutivo anunció que se
tomaría cinco días de reflexión en una carta a la ciudadanía. Este es el
texto completo de su declaración desde Moncloa.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a su discurso en La Moncloa, en Madrid, a 29 de abril de 2024. —La Moncloa
madrid
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que continuará en el cargo tras cinco días de reflexión,
después de anunciar en una carta a la ciudadanía que el acoso de la
ultraderecha hacia su familia le hacía plantearse su futuro.
Lee aquí el discurso completo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez:
Buenas tardes,
como saben, el pasado miércoles escribí una carta dirigida a toda la
ciudadanía. En ella les planteaba si merecía la pena soportar el acoso
que desde hace diez años sufre mi familia, de presidir el gobierno de
España. Hoy, tras estos días de reflexión, tengo la respuesta clara.
Si aceptamos
todos, como sociedad, que la acción política permite el ataque
indiscriminado a personas inocentes. Si consentimos que la contienda
partidista justifique el ejercicio del odio, de la insidia y de la
falsedad hacia terceras personas, entonces no merece la pena. Si las
mentiras más groseras sustituyan el debate respetuoso y racional basado
en evidencias, entonces no merece la pena.
Por muy alto que
sea, no hay honor que justifique el sufrimiento injusto de las personas
que uno más quiere y respeta. Y ver cómo se intenta destruir su
dignidad sin el más mínimo fundamento. Tal y como les anuncié,
necesitaba parar y reflexionar sobre todo ello. Y sé que la carta que
les envié pudo desconcertar, porque no obedece a ningún cálculo
político. Y es cierto.
Soy consciente
de que he mostrado un sentimiento que en política no suele ser
admisible. He reconocido ante quienes buscan quebrarme, no por quién
soy, sino por lo que represento, que he dudado.
Esta situación,
que no deseo a nadie. También porque, sea cual sea nuestro oficio,
nuestra responsabilidad laboral, vivimos en una sociedad donde sólo se
nos enseña y se nos exige mantener la marcha a toda costa. Pero hay
veces en que la única forma de avanzar es detenerse, reflexionar y
decidir con claridad por dónde queremos caminar.
He actuado desde
una convicción clara, o decimos basta o esta degradación de la vida
pública determinará nuestro futuro, condenándonos como país.
Es cierto que he
dado este paso por motivos personales, pero son motivos que todo el
mundo puede entender y sentir como propios, porque responden a valores
troncales de una sociedad solidaria.
Y familiar, como
es la española, porque esto no es una cuestión ideológica. Estamos
hablando de respeto, de dignidad, de principios que van mucho más allá
de las opiniones políticas y que nos definen como sociedad.
Esto nada tiene
que ver con el legítimo debate entre opciones políticas. Tiene que ver
con las reglas del juego. Si consentimos que los bulos deliberados
dirigen o dirijan el debate político, si obligamos a las víctimas de
esas mentiras a tener que demostrar su inocencia en contra de la regla
más elemental de nuestro estado de derecho, si permitimos que se vuelva a
relegar el papel de la mujer al ámbito doméstico teniendo que
sacrificar su carrera profesional en beneficio de la de su marido, si en
definitiva permitimos que la sin razón se convierta en rutina, la
consecuencia será que habremos hecho un daño irreparable a nuestra
democracia.
Exigir
resistencia incondicional a los líderes objeto de esa estrategia es
poner el foco en las víctimas y no en los agresores, y confundir
libertad de expresión con libertad de difamación es una perversión
democrática de desastrosas consecuencias.
Por tanto la
pregunta es sencilla: ¿queremos esto para España? Mi mujer y yo sabemos
que esta campaña de descrédito no parará. Llevamos diez años
sufriéndola. Es grave, pero no es lo más relevante. Podemos con ella.
Lo importante,
lo verdaderamente trascendente, es que queremos a España. Quiero
agradecer de corazón las muestras de solidaridad y de empatía que hemos
recibido de todos los ámbitos sociales. Lógicamente me van a permitir un
agradecimiento especial a mi querido Partido Socialista.
La movilización
social, que ha influido decisivamente mi reflexión y que vuelvo a
agradecer, quiero compartir con todos ustedes lo que finalmente he
decidido. De ello he informado previamente al Jefe del Estado esta misma
mañana. He decidido seguir, seguir con más fuerza si cabe al frente de
la presidencia del Gobierno de España.
Esta decisión
no supone un punto y seguido, es un punto y aparte, se lo garantizo.
Asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y
con serenidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por
el avance y la consolidación de derechos y de libertades.
Asumo la
decisión de continuar con más fuerza si cabe al frente de la
presidencia. Solo hay una manera de revertir esta situación. Que la
mayoría social, como ha hecho estos cinco días, se movilice en una
apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a la
política de la vergüenza que llevamos demasiado tiempo sufriendo.
Porque esto no
va del destino de un dirigente particular. Eso es lo de menos. Se trata
de decidir qué tipo de sociedad queremos ser. Y creo que nuestro país
necesita hacer esta reflexión colectiva. De hecho, durante estos cinco
días ya hemos comenzado a hacerla. Una reflexión colectiva que abra paso
a la limpieza, a la regeneración, al juego limpio.
Llevamos
demasiado tiempo dejando que el fango colonice impunemente la vida
política, la vida pública, de prácticas tóxicas inimaginables hace
apenas unos años. Apelo, en consecuencia, a la conciencia colectiva de
la sociedad española.
Una sociedad
que desde el acuerdo generoso supo sobreponerse a las terribles y
profundas heridas del peor de sus pasados. Una sociedad que consiguió
vencer de manera ejemplar todos los desafíos democráticos que sufrió,
que superó con éxito una pandemia, que pese al difícil contexto
geopolítico que sufrimos con guerras en Oriente Medio y en Ucrania, vive
un muy buen momento económico y respira paz.
Paz social, una
sociedad que asombró al mundo por su aceptación entusiasta de los
derechos y de las libertades, pasando de ser un país oscuro a un
referente internacional de libertades y de democracia, de progreso y de
convivencia.
Hoy pido a la
sociedad española que volvamos a ser ejemplo e inspiración para un mundo
convulso y herido, porque los males que nos aquejan no son ni mucho
menos exclusivos de España, forman parte de un movimiento reaccionario
mundial que aspira a imponer su agenda regresiva mediante la difamación.
El odio y la
apelación a miedos y amenazas que no se corresponden ni con la ciencia
ni con la racionalidad. Mostremos al mundo cómo se defiende a la
democracia. Pongamos fin a este fango de la única manera posible,
mediante el rechazo con la democracia sereno, democrático, más allá de
las siglas y de las ideologías que yo me comprometo a liderar con
firmeza como presidente del Gobierno de España.
Pedro Sánchez se ha tomado unos días de reflexión
para preguntarse si le merece la pena seguir en el cargo. Una vez más ha
descolocado por completo al auditorio. Siempre logra sorprendernos,
aunque luego se le critique implacablemente al margen de lo que haga.
Incluso quienes pedían su cabeza están desconcertados. Ha pulverizado
los mantras de sus detractores. ¿Alguien se los imagina en un trance
semejante? El inquilino de La Moncloa podría tener otras prioridades,
como la de vivir más tranquilo y disfrutar del reconocimiento
internacional que se ha labrado pese a las invectivas de una ferozmente
desleal oposición.
Cumplir con los compromisos adquiridos y atender a las
responsabilidades contraídas tiene sus límites. Puedes intentar tomarte a
broma los improperios que te dedican, por muy subidos de tono que sean.
Llegas a obviar que apaleen públicamente tu efigie o
que te insulten constantemente con chanzas dignas de unos párvulos
consentidos. Pero que acorralen a tu familia por el hecho de serlo
desborda las reglas más elementales e invita desde luego a replantearse
muchas cosas. El dilema no puede ser más hamletiano.
El actual presidente del gobierno da un serio toque de atención a ciertos desmanes que dan al traste con la democracia
La cuestión aquí es dimitir o continuar de un modo u otro. ¿Qué
opción sería la más digna? ¿Sufrir los embates de una cruel e injusta
fortuna, soportando sus lapidaciones públicas? ¿O poner punto final a
ese torrente de calamidades dando un paso atrás? En cualquiera de los
casos, el actual presidente del gobierno da un serio toque de atención a
ciertos desmanes que dan al traste con la democracia. No todo vale para desacreditar y abatir al adversario político. Las calumnias y los infundios envenenan el propio sistema democrático, dañando gravemente la convivencia.
Quienes representan a la ciudadanía en las instituciones no pueden
comportarse de cualquier manera, como si fueran gente sin escrúpulos
incapaces de atender al interés general. Su misión es la de solucionar
los problemas económico-sociales, buscando la complicidad puntual efntre
quienes tengan otros puntos de vista para unir esfuerzos y buscar
alternativas. Ganar elecciones y acceder al poder no son fines en sí mismos. Únicamente son medios para poner en práctica unas ideas tras contrastarlas con argumentos que puedan mejorarlas o matizarlas.
Las fuerzas parlamentarias tienen que investir a otra persona para
presidir el gobierno. Da igual quien sea. Debe contar con los apoyos
necesarios
Es muy probable que Sánchez deje de ocupar La Moncloa. No sería un
acto de cobardía. Más bien una lección de moral política, por parte de
alguien que ha demostrado mucho coraje para enfrentarse a situaciones
endiabladamente complicadas y ha resistido a pie firme todas las ofensas
imaginables. Pactar con quienes no tienen medida es una tarea
imposible. Las urnas ya hablaron y la geometría
parlamentaria precisa de renuncias corresponsables. Una moción de
confianza también dejaría las cosas como están.
Han personalizado tanto las diatribas que ahora se disuelven como por
ensalmo al desaparecer del escenario el chivo expiatorio por
antonomasia. Las fuerzas parlamentarias tienen que investir a otra persona para presidir el gobierno.
Da igual quien sea. Debe contar con los apoyos necesarios y convendría
que también se le permitiera gobernar sin estorbos gratuitos. La
situación internacional es muy compleja como para no tomar en serio los
desafíos que nos atenazan y seguir jugando al corro de la patata como si
fuéramos críos en una guardería.
Jesús Cintora (Soria, 1977) ha desarrollado su
trayectoria periodística en radio, donde desempeñó diversas funciones en
la Cadena SER, y en televisión. Ha sido colaborador de varios programas
y director y presentador de espacios como Las mañanas de Cuatro y Las cosas claras. Acaba de presentar el libro El precio de la verdad(editado
por Penguin Random House), del que apunta varias reflexiones en esta
entrevista. Analiza la “guerra cultural e ideológica” en la que estamos y
estaremos inmersos y defiende, como solución a la desinformación, “el periodismo que quiere servir a la ciudadanía, no a determinados políticos o determinados intereses económicos”.
La carta de Pedro Sánchez
“En el caso de Sánchez hay una vinculación que es especial desde
hace años con Begoña Gómez. Yo sabía que había ese malestar y me
estaban contando en círculos íntimos que estaba al límite, si bien es
cierto que no me esperaba esa carta, obviamente. A partir de ahí sí
creo, analizándola, que muestra que es un momento de esos que hacen
reflexionar. Yo ya he vivido en otras etapas cómo, a veces, la política en España puede cambiar de un plumazo en cuestión de minutos. Me tocó vivirlo en el 11M, como cuento en el libro El precio de la verdad.
Pero lo hemos vivido en otras etapas en las cuales la política puede
cambiar de forma inesperada. Y estamos ahora mismo en ese compás de
espera”.
¿Qué debe hacer el presidente del Gobierno?
“Mucha gente no quiere que Pedro Sánchez se vaya. Pensando en la
táctica política, se podría pensar que es precipitado abandonar la
presidencia o marcarse un plazo. Pero por encima está lo personal y creo
que no somos nadie para decirle lo que tiene que hacer. Las máquinas no tienen sentimientos, los seres humanos sí,
e inquietudes y problemas familiares o situaciones en las que hay que
solidarizarse con quienes lo pueden estar pasando mal injustamente. Sin
dar la razón a aquellos que te quieren tumbar, a veces se puede tener
que sacrificarse por proteger a personas. Da para la reflexión. Todo lo
burdo es mafia. Es necesario que haya crítica, pero es preocupante que
en ámbitos como el judicial veamos actuaciones absolutamente desmedidas de forma continua. Hoy día la mentira sale muy barata y es permanente”.
La mentira como técnica política
“Como cuento en el libro,las técnicas del goteo, de
estar de manera permanente publicando bulos o mentiras hacen que mucha
gente acabe creyendo que la mentira es verdad. Y eso puede llegar a
deshumanizar a las personas. Si tú de alguien estás publicando de manera
permanente que gobierna con terroristas, que es antidemocrático o que
la mujer es corrupta, un día sí y otro también, al final mucha gente se
acaba creyendo eso. Los bulos no tienen un pase, y
menos aún cuando se trata de deshumanizar a las personas. Tal y como
está configurado el mapa de los medios, un bulo, una mentira, tiene un
alcance multiplicado por millones porque te puede llevar por una red
social, por otra, con bots, con trolls, con panfletos que no son ni
siquiera medios de comunicación o con tertulianos que están mintiendo”.
Cómo hacer oposición
“Yo creo que se puede tener grandeza y elegancia tanto cuando se
tiene el poder como cuando se está en la oposición. Y es una buenísima
oportunidad cuando se es opositor de mostrarte elegante, saber
administrar la importante función que tiene controlar al gobierno. Por
supuesto ahí entra criticar y exigir transparencia. El problema es
cuando se nota que haces una oposición tosca. Creo que todavía hay tics de Aznar que
estamos viendo en la derecha. Me explico, tienes motivos para
cuestionar al gobierno por las medidas o los pactos que esté haciendo,
pero cuando entras en el terreno de decir que no representa a este país,
que es un gobierno de terroristas, chavista, antidemocrático, se genera
una oposición tosca. Cuando recurres al insulto, la descalificación, la
exageración, se confunde la oposición con el aspaviento, se crea un
clima irrespirable”.
Giro en la legislatura
“Como cuento en mi libro, es muy interesante analizar quién
marca la agenda de lo que está en la opinión pública y de lo que tratan
los medios de comunicación. Es curioso porque en esta legislatura hay un
periodo en el que se habla mucho de la amnistía. Entramos luego en otro
periodo en el que prácticamente hay quien quiere empatar con lo del novio de Ayuso y poner el foco en la mujer del presidente del Gobierno. Me dicen expertos judiciales de los que me fío que no hay materia para abrir un procedimiento penal o abrir unas diligencias,
pero se intenta empatar. El abogado del novio de Ayuso ya ha asumido y
reconocido que había un fraude. En este contexto, habría que abordar la
obligación de cualquier gobierno, más si es progresista, la agenda
social y reducir las diferencias entre los de arriba y los de abajo”.
Comisiones de investigación
“No tengo nada en contra de que se investigue por la vía
política parlamentaria y en la vía judicial, pero me gustaría más que
después de lo ocurrido con la pandemia no permaneciese la impunidad con los muertos que hubo en las residencias.
Tema que este diario, con periodistas como Manuel Rico, ha puesto en el
punto de mira. Cómo murieron miles de ancianos sin los cuidados debidos
y cómo el procedimiento fue absolutamente contrario a lo debido desde
la administración pública. Lo que más espero es que la vía judicial se
pusiera manos a la obra para arreglar con prontitud la impunidad con los
muertos en las residencias o la corrupción en la compra de material
sanitario.
Elecciones catalanas
“Además de decidir el gobierno de Cataluña, van a determinar
posiblemente lo que pueda ocurrir incluso con el Gobierno central. Vengo
de estar en Sant Jordi firmando libros y mucha gente se te acerca,
piden respeto a la identidad catalana y algunos tienen un sentimiento
independentista, todo mi respeto. Pero también mucha gente se queja,
igual que en otras comunidades de España, de cómo está la sanidad pública, de la dificultad para acceder a la vivienda
por el encarecimiento de los alquileres. Lo que hemos visto también en
la protesta canaria, donde el turismo de masas ha hecho que haya gente
que se está enriqueciendo en las cúpulas de poder. Tienen un problema
con la sequía muy grave. Sin obviar el sentimiento independentista de
una porción importante de esa sociedad, hay asuntos que se deben
gestionar mejor”.
El espacio de la izquierda
“Creo que da para una reflexión el que, por una parte, sí, ha
habido guerra sucia contra partidos de la izquierda, pero por otro, las
diferencias, las guerras internas, han llegado más allá de lo razonable y
eso sin duda supone un desgaste. Se debiera tomar nota y hacer la política más desde abajo y menos desde híperliderazgos,
atendiendo más al ejemplo de la política local, de los movimientos
civiles, a toda esa gente que hace la política semana a semana, luchando
por derechos sociales. Algunos de los conquistados hay que defenderlos
al estar amenazados por la extrema derecha, fondos de inversión y
agentes poderosos. No hay que descuidar tampoco la política transversal
con todos los territorios desde abajo, y enterrar el hacha de guerra de
disputas internas que han llevado a una erosión muy preocupante”.
Elecciones vascas
“Por una parte, me quedo con que hay una continuidad de un
posible gobierno del PNV con los socialistas. Pero hay que tomar nota de
cómo Bildu ha aglutinado más voto de la izquierda. Y es curioso, porque
hay quien igual pasa por alto que Bildu es una federación de partidos.
Han intentado ponerse de acuerdo, lo han conseguido durante un tiempo y
puede servir para que otros partidos de la izquierda en todo el Estado
en España, que llevan tiempo a la a la gresca, se den cuenta de que hay
una alternativa ahí. Que se han quedado a las puertas de alcanzar el
gobierno en Euskadi, pero han hecho que se pongan de acuerdo una serie
de corrientes distintas que hay en Bildu y esa unión les ha hecho más
fuertes”.
El mundo ante Gaza
“A veces pensamos que hemos avanzado mucho en las últimas
décadas en la defensa de los derechos humanos y a la hora de la verdad
no está ocurriendo así. Me parece una auténtica barbaridad la dejación
que se está haciendo con el pueblo palestino y cómo se lamen las botas de potencias como Estados Unidos
que protegen al gobierno del ultra Netanyahu. Y me parece también muy
preocupante el papel de la Unión Europea, que no tiene un liderazgo.
Además, mucha gente ve con enorme preocupación también el
rearme. El gasto en armamento se está incrementando en el mundo de una
manera terrible y hay países distintos, por ejemplo España, que para
cumplir con una exigencia de la OTAN está incrementando el gasto en
armamento de una forma tremenda”.
La editorial Tusquets acaba de publicar una colección de mis poemas de amor dedicados a Almudena. Confieso
que me emocionaron las dos ilustraciones que la editorial encargó a
Merche Gaspar Caro para abrir y cerrar el libro. Son dos imágenes que
encarnan bien el sentido que hay en las palabras con las que cuento
nuestra historia. En la primera, estamos sentados juntos y Almudena
apoya en mi hombro su cabeza; en la segunda, soy yo el que descanso mi
cabeza en su hombro. A partir de dos fotografías, las ilustraciones hacen una invitación a la mirada para leer la historia en la que dos personas forman un nosotros.
La democracia y el bien común, igual que la lectura y el amor,
suponen un modo de crear un nosotros. Hay dinámicas que buscan el
dominio, la imposición del uno contra el otro. Se favorecen así los dogmas, las mentiras y los sometimientos. Las
relaciones entre lo privado y lo público no se sostienen aquí en el
respeto, sino en el desprecio y la mezquindad. Otras maneras de pensar
la vida, sin embargo, quieren sostener un diálogo de las relaciones
entre la intimidad, lo privado y lo público que consolide una respetuosa
voluntad de favorecer la convivencia.
La voluntad política y humana de favorecer el bien común se
funda en los cuidados. Contra el narcisismo ciego o la invasión
dogmática de la vida de los otros, el bien común se hace posible a través de los cuidados.
Son los cuidados, la necesidad de cuidar al otro y de sentirnos cuidado
por el otro, los que consiguen formar un nosotros en el que las vidas
individuales constituyen de manera justa el nosotros de la convivencia.
Pasa con el contrato social, cuando los intereses privados se articulan
en un espacio público. Pasa en el amor, cuando dos vidas se unen para
compartir un destino. Y pasa en la literatura, cuando un autor elabora y
publica una historia para que el lector la habite con su propia
experiencia y la haga suya en los acontecimientos de la lectura.
Es muy importante no olvidar que resulta necesario cuidar y ser cuidado. Cuando
yo empecé a escribir poesía, la dictadura llevaba muchos años
sustituyendo la convivencia por el sometimiento en la vida política y en
el amor. Suspendidos los derechos, el divorcio y el matrimonio cívico,
casarse era la entrada en un nosotros tóxico. Las vidas personales
quedaban encadenadas a las dominaciones. Escribir poemas de amor, buscar
una nueva educación sentimental, fue un modo de comprometerse con el
nosotros de la democracia. Es lo que hizo también Almudena al escribir
su primera novela, Las edades de Lulú.
La culpa no la tienen las redes sociales, sino los sinvergüenzas que se valen de ellas para mentir y enfangar la convivencia
El valor de la democracia descansa en los cuidados entre lo
privado y lo público. El respeto humano en el orden común no es sólo un
acto de bondad y educación personal, sino una exigencia de la dignidad
democrática. La crispación, la mentira y la manipulación quieren
convertir en fango los diálogos y las informaciones. La degradación agresiva del pseudoperiodismoes
un veneno calculado que practican los que quieren dañar la convivencia
sin ningún tipo de pudor. Cualquier persona con vida pública está
expuesta a las invasiones de su vida privada y a la manipulación de sus
palabras.
El caso más extremo que yo he vivido se debió a un artículo que publiqué sobre el asesinato de un niño en Andalucía.
La derecha extrema utilizó el crimen para pedir la pena de muerte y
cargar contra los migrantes, ya que la asesina era dominicana. Me
emocionó el valor humano de la madre del niño cuando pidió en público
que no se utilizara la muerte de su hijo para extender el odio. Lamenté
que nuestra sociedad crispada, en vez de parecerse a esa madre, se
pareciese cada vez más a la asesina. Un pseudoperiódico dirigido
por una persona indecente dio la noticia de que yo justificaba aquel
asesinato para defender a la mujer migrante. Todavía hay cretinos por
las redes que, sin haber leído el artículo, repiten que yo defiendo a
las asesinas. Es una triste realidad que vivimos en la degradación
informativa. Y la culpa no la tienen las redes sociales, sino
los sinvergüenzas que se valen de ellas para mentir y enfangar la
convivencia.
En este mundo de mezquindades es necesario reivindicar el amor y
defender la dignidad privada como forma de resistencia. El amor es un
compromiso social. Algunos compañeros en los años 80 me acusaban de
pequeño burgués por escribir poemas de amor, en vez de tratar siempre
asuntos relacionados con una huelga general o una consigna política.
Pasados los años, sigo escribiendo poemas de amor y me emociono al
pensar que mi último libro, el más enamorado, escrito a causa de la
enfermedad de Almudena, supone también una decidida defensa de los
cuidados y la sanidad pública. Hablo de amor en tiempos que dinamitan el bien común para convertir las vidas privadas en un negocio de estafadores.
Defender lo público es inseparable de saber ofrecer el hombro
para que alguien apoye su cabeza en un nosotros que dignifique el
derecho a la intimidad. El amor y la amistad son hombros cargados de futuro.
Me siento absolutamente incapaz de juzgar el gesto de Pedro Sánchez:
si se trata de una arriesgada maniobra política que ya veremos cómo le
sale, o si ha sido, como él insinuaba, un gesto de amor a su esposa a la
que tanto quiere que está dispuesto a renunciar a su carrera para no
verla atacada… Preciosa cosa sería, pero difícil de creer. No queda más
que ese típico “¿chi lo sa?, que guardan los italianos para casos como este.
En
cambio hay otra cosa que resulta más fácil de comentar y es la pregunta
que intitula estas líneas. Jesús de Nazaret ya avisó que basta con unas
pocas abluciones para limpiarse las manos, pero que el problema del
hombre no está en las manos sino en el corazón: porque del corazón salen las calumnias, los odios y otras maquinaciones perversas. ¡A esto es a lo que habría que atender y no al color de las manos! (ver capítulos 7 y 15 de Marcos y de Mateo)
El camión de HazteOir, en Colón
hazteoir
Por otro lado resulta que el PP tiene una historia demasiado larga de manos sucias,
de la que prefiere prescindir diciendo que eso “son cosas del pasado”.
Pero aunque fuese así (porque el caso de la pareja de Díaz Ayuso no es
del pasado), piensa uno también que la porquería, cuanto más tiempo se
la deja sin lavar más difícil es limpiarla luego. No creo que actúen
bien aquí.
Además, leo en los medios de comunicación que los que se autodenominan como Manos Limpias son una corriente “ultracatólica”.
Me parece muy mal formulado: porque en lo verdaderamente católico no
cabe eso de ultra: siempre estamos más bien infra. Deberían decir no
ultracatólica sino nacionalcatólica, que se contrapone a
cristiano-católica.
Porque la religión del franquismo fue en realidad un catolicismo no cristiano
o, si se prefiere, un cristianismo sin Jesús o sin el evangelio. Por
eso se caracterizó por tantas actuaciones, hechas en nombre de Dios pero
contrarias al modo de proceder de Jesús, que está descrito en los
evangelios y que le acarreó una muerte lo más cruenta y humillante
posible.
En fin, habrá que esperar al lunes.
Y entre tanto leer aquellos avisos de Jesús: “seréis odiados, os
perseguirán, os echarán de las sinagogas y cualquiera que os mate
pensará que hace un servicio a Dios”… (cf. Jn 16,2; Mt 24,9; Lc 21,12).