La
ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, a su llegada a
la Audiencia Nacional acompañada de su abogado, para declarar como
imputada en el caso Kitchen. EFE/ Chema Moya
La declaración de Dolores de Cospedal este martes en la Audiencia
Nacional ha sido tal y como la esperábamos: "Todo es mentira, salvo
alguna cosa", que resumiría el valedor de la exsecretaria general, el
expresidente Mariano Rajoy. Cospedal admitió ante el juez Manuel
García-Castellón varios encuentros con el capo de las cloacas, José Manuel Villarejo,
en la sede nacional del partido en la calle Génova; esta sede que
acogió tantos y variopintos actos mafiosos: destrucción de pruebas,
rehabilitaciones pagadas en dinero negro, aporreo con martillos de
discos duros, pagos en sobres, recepciones de empresarios corruptos,…
hasta un coche con dos bombonas de butano se estrelló en la entrada
cuando en 2014 un individuo con problemas de salud mental quiso dar un
escarmiento a "toda la clase política", dijo cuando lo detuvieron. Desde
luego, intencionadamente o no, fue directo al corazón de la maquinaria
más corrupta del Estado, que acumula causas y más causas penales.
En la mañana del martes, Cospedal entraba en la Audiencia Nacional
desnuda de cargos políticos, de puestos influyentes en prestigiosos
despachos de abogados,…, sola con su abogado, como una ciudadana más,
cabizbaja e imputada en la trama Kitchen, investigada por uno de los
usos más rastreros que se recuerdan de los recursos del Estado (tras los
GAL) en beneficio propio, esto es, en pro de un partido de gobierno
acusado de financiación ilegal, de ser corrupto y corruptor, de fabricar
pruebas falsas contra adversarios políticos… Daba igual que ayer, la
exnúmero dos del PP negara todo ante el juez: el fiscal Anticorrupción
le iba recordando, punto por punto, las pruebas, las grabaciones, la
anotaciones de Villarejo, la coherencia entre éstas y los hechos,…
Aquello fue una carnicería en la que la versión de Cospedal fue
despedazada con calculada lentitud, está por ver si con consecuencias
judiciales; las políticas, desde luego, están claras hace tiempo y la
expresidenta de Castilla-La Mancha se suma a la lista de los secretarios
generales del PP -todos- cuya responsabilidad política por corrupción
para financiar el partido ha sido constatada ampliamente. Les recuerdo:
Cospedal, Ángel Acebes, Rajoy, Javier Arenas o Francisco Álvarez-Cascos.
Todos. Repito otra vez: todos han pasado por los tribunales para
explicar su implicación con los sobresueldos en negro, las mordidas
obtenidas de empresarios, los papeles de Bárcenas…
Hoy ya ocupa el poderoso cargo de secretario general del PP Teodoro
García-Egea. Hablan de renovación y regeneración. Pero al de Murcia se
le ha caído encima un caso muy turbio de utilización de la sanidad de
Murcia, vía el presidente López Miras, para favorecer a un familiar por
delante de otros/as enfermos en lista de espera. Lo publicó Infolibre
y el medio ha sido denunciado por ello, pero pruebas que desmintieran
semejante aberración, ni García-Egea ni López Miras aportaron una sola.
Se trata de un delirio, sí, pero muy peligroso: las consecuencias que
los costes de estos procesos pueden acarrear para los medios de
comunicación si siguen adelante, costes que no toda la prensa puede
afrontar, son susceptibles de obligar a la autocensura en el peor de los
casos. Éste es, por tanto, un auténtico ejemplo de miseria política
contra la libertad de prensa y el derecho a la información de los
ciudadanos/as; y sí, también de los/as votantes del PP. Quién sabe si
alguno de esos pacientes a los que se dejó atrás en la lista de
intervenciones por el familiar del secretario general del PP es un
entusiasta del partido, incluidos comportamientos nepóticos como éste
del secretario general.
¿A cuánta gente -aparte de a esta plumilla- le vino a la
cabeza aquella dignísima frase de la rutilante secretaria general de PP
en 2013: "En el PP, quien la hace la paga y cada uno aguanta su vela"?
Efectivamente, la cita sigue vigente y Pablo Casado -que debe a Cospedal
su liderazgo- sigue gritando contra los indultos a los independentistas
catalanes (legales, legítimos y ojalá que útiles), contra el rey, los
obispos y los empresarios, contra la democracia, mientras el PP hace
historia en los tribunales y en las cloacas de este país por su
utilización lamentable del Estado con cuya defensa se les llena la boca.
Ojalá una Justicia a la altura de las circunstancias.
La semana pasada no escribí esta columna que, con más inconsciencia que criterio, me deja publicar infoLibre cada
siete días. Llamé a Daniel Basteiro, un director buenísimo y una
persona verdadermente empática, y le dije que no podía. Acababa de tener
un episodio de ansiedad muy fuerte, más que la
"ansiedad media normal" en la que me muevo de un tiempo a esta parte, y
de repente la sola idea de juntar 500 palabras con sentido me parecía
una utopía. Contacté con algunos de mis otros trabajos (dos, en
concreto) y les anuncié que, por una acumulación de sucesos más o menos
traumáticos, había decidido parar para hacerme cargo de mí y de quienes
tengo cerca. Quitando el hecho de que si yo no trabajo, no cobro, por lo
demás fue coser y cantar. "Oye, me cojo dos días para mí", y no hubo
problemas. En realidad eran dos días, entre otras cosas, para cuidar de mí y de mis hijos, porque su madre tuvo que hacerse cargo de ellos dos noches porque yo era literalmente incapaz.
Dos días de descanso no solucionan gran cosa (algunos de mis
problemas no se van a pasar o van a tardar mucho en cicatrizar), pero me
permitieron poder ejercer de padre e hijo cuando debía y propulsarme un
poquito hacia la superficie. "Un privilegio", estaréis
pensando. "Hay mucha gente que no se lo puede permitir", añadiréis con
razón. Efectivamente, soy consciente de que tengo muchas ventajas en la
vida. Pero también es verdad que levantar la mano, decir que no puedes,
suele ser visto con mucho respeto y cariño por los demás. Posiblemente
ahora más que nunca, porque todos y todas estamos al límite, pero seguro
que casi siempre es así.
Thank you for watching
No creo que todos los jefes te digan "cógete dos días"
con contarles que no puedes (y tendrán razón a veces, también habría
quien se aprovecharía), pero sí que veo muchísima empatía y comprensión
cuando dices que petas. La mayoría de la gente entiende que tienes ese
derecho. Y eso es un avance tremendo.
Lo mejor de este parón que tuve que hacer (vendrán más, me temo,
porque ya digo que ni con terapia podré arreglar algunas cosas durante
un tiempo) es la cantidad de gente que se preocupó por mí. No hablo de
personas desconocidas que me dejaran un mensaje por redes, sino de
algunas que sí conozco, que no están cerca del todo pero están ahí, que
me han preguntado y me han ofrecido cariño, atención y ayuda
de manera desinteresada. A veces creemos estar más solos de lo que nos
pensamos. También te hace ver que has hecho cosas bien y que la gente te
quiere. Y, sobre todo, que a veces nos obsesionamos con concentrarnos
en unos pocos cuando las redes en las que sostenerte pueden ser mucho
más amplias de lo que imaginamos.
No me gusta escribir sobre mí. Creo que no aporta nada. Tampoco me apasiona contar mi vida y, creedme, no es plato de buen gusto estar en la mierda y
que tanta gente se entere. Pero creo que debo hacerlo. Esta columna la
lee bastante gente y puede servir para consolar a alguien que lo esá
pasando mal, para empujar a otro a levantar la mano y pedir ayuda o para
que tú intentes estar más atento a ese amigo o amiga que ves que ya va
en la reserva a estas alturas de pandemia. Creo que petar es un derecho.
Que ejercerlo es un privilegio. Y que ayudar a sacar a personas que
tenemos más o menos cerca de ese hoyo es responsabilidad de todos. Y no cuesta tanto.
Todos nos hemos visto sacudidos en mayor o menor medida por el
complejo fenómeno de la pandemia producida por el virus Sars-Cov2
(Covid 19) que ha supuesto un antes y un después en la población
mundial. El miedo y la confusión han calado en muchas personas de todas
las edades y cualquier síntoma por leve[…]
Se celebra el día del orgullo, pero ¿qué ecos y resonancias psicoemotivas tiene la palabra orgullo en el equipaje humano? ¿Qué estamos grabando en el inconsciente personal y colectivo del presente y del futuro con ese término lingüístico convertido en eslogan como respuesta de los problemas de aceptación en determinados colectivos que aun no han encontrado su lugar justo, digno y respetado en la sociedad del siglo XXI? ¿Es el orgullo la mejor forma de promocionar el empeño por conseguir aceptación e integración en los valores colectivos y no solo en las aspiraciones personales y grupales? ¿Qué significa esa palabra tan traída y llevada ultimamente?
La palabra orgullo procede de los dialectos medievales en el francés carolingio y el en el alemán de la misma época, que en España solo ha conservado en directo el catalán con el término orgull y la 'o' añadida en castellano posteriormente.En el antiguo francés se llamaba urgöl y urguli en alemán añejo del medievo. Según el diccionario el significado lo define como un "exceso de estimación propia por la que uno se cree superior a los demás". Y también "satisfacción por algo propio y personal que uno mismo, y no los demás, considera digno de mérito".
Es decir, que en realidad el orgullo es puro y duro imperio del ego. Legítimo, sí, pero muy peligroso en el exceso, en el barullo y en la pérdida o privación de conciencia, como le pasa al alcohol, al tabaco, a las drogas, a la comida, a las compras en mogollón, a las redes sociales, a los juegos de azar, a las series, al afán de poder y de pasta, al axhibicionismo constante, a la tablet y al móvil cuando ya es imposible vivir sin ellos.
No se está "orgulloso" de algo porque ese algo sea genial y estupendo, ni mejore a nadie, sino solo y exclusivamente, porque ese algo es nuestro en exclusiva, nuestro tesoro, como el del golum del Señor de los Anillos. Que triunfe lo mío al precio que sea, caiga quien caiga. El orgullo es el sustituto de la autoestima, cuyo valor y fundamento real y objetivo no es el orgullo sino la inteligencia emocional compartida.
El orgullo es un instinto egocéntrico e inmaduro nacido de la soberbia, de la ira y de la avaricia. El orgullo es el germen del racismo, de la violencia de género, de los malos tratos en todas sus facetas, de los nazi-onalismos sin más inspiración que expandirse como plagas invasoras y demoledoras contra lo diverso. Como reivindicación histérica de lo propio aunque sea en detrimento del resto del mundo, del que se quiera o no, formamos parte absolutamente, todas y todos, sea cual sea nuestra opción de género, de nacionalidades, patrias, religiones, ideologías y demás colgajos adjuntos en el armario de las pertenencias quita y pon, o en el cajero automático del oportunismo.
Orgullo, ética y conciencia no encajan y mucho menos, a golpes y a bufidos reivindicadores de lo que sea. Porque entre ellas y él hay un abismo, que solo se supera madurando uno a una y al mismo tiempo, en común, con empatía, compasión, escucha, diálogo, apertura y mucho más amor que jarana y griterío. Sólo la serenidad y la paz íntimas y compartidas pueden abrir las puertas del imposible confuso, agresivo e inútil, que solo agota y cansa a base de excesos puntuales y cuando acaba el festejo todo sigue igual e incluso peor, por la exacerbación emocional y los resultados que siempre son los mismos: quiero y no puedo, a pesar de estar llen@ de odgullo y sadisfación. Ains!
Posiblemente sería mucho mejor y más eficaz, que este festejo en vez de día del orgullo se llamase día de la dignidad, de los derechos de género, día del respeto que todas y todos merecemos por el hecho de pertenecer a la misma especie, con todas sus variantes.
Los malos tratos no van a desaparecer mediante gritos, rencores y odios amparados en igualdades que en realidad solo son parciales y cerradas en un círculo de intereses de grupo.
Que no nos arrastre la marabunta del orgullo, bajo ningún disfraz ni pancarta, porque la misma vida nos está demostrando a lo que conduce el orgullismo y sus consecuencias. Humildad es sabiduría y no humillación. Es mucho más humillante un orgullo desatado a base de autobombo. Esta España que padecemos es el testimonio más potente de que disponemos para ver lo que hay en la fosa séptica de un laberinto fatal, del que una vez abducidos es casi imposible salir vivos por dentro y en buenas condiciones. El orgullo nos hace imposible desarrollar la conciencia. Y solo la conciencia nos puede salvar de lo peor que podemos perpetrar sin ella. Como por ejemplo, el orgullo, que nos lleva a lo más alto del tejado para que la caída sea el final de la fiesta. Como un balconing en plena cogorza emocional e instintiva.
El barrio más empobrecido de València estalla contra la inseguridad y el abandono
Orriols acumula desde hace décadas
los peores registros de pobreza, paro y desahucios. En los últimos meses
denuncian también un incremento de la delincuencia y exigen soluciones
transversales.
Imagen de la protesta vecinal en València. —JOAN CANELA
valència
Al
grito de "¡Con delincuencia no hay convivencia!" y "¡Un barrio unido
jamás será vencido!" arrancó la manifestación a la ermita de San
Jerónimo, el centro físico y simbólico del barrio de Orriols, situado en
el norte de València. Más de 500 vecinos se sitúan detrás las
pancartas, unos números que dan algunas pistas sobre la relevancia de la
cita, en un barrio que hacía ya muchos años que no vivía movilizaciones
reseñables. Pero el aumento de los robos y las agresiones los últimos meses han hecho estallar la paciencia.
Una pelea multitudinaria con armas blancas que acabó con dos heridos y
seis detenidos, el pasado 7 de junio, fue la gota que hizo colmar el
vaso.
"La gente tiene cada
vez más miedo de salir a la calle por las tardes, los robos son muy
frecuentes. Ayer mismo, mientras le enseñábamos el barrio a un concejal,
en la calle del lado le hurtaron la bolsa a una chica utilizando la
técnica del tirón con patinete, que es el que se lleva ahora", explica
Paqui Bou, presidenta de la Asociación de Comerciantes del barrio. Hay
historias todavía más angustiosas. Durante la marcha, una vecina explica
que duerme con un martillo bajo la almohada. En su bloque hay varios
pisos ocupados y a menudo hay peleas y conflictos. "La situación está
provocando que la gente que puede abandone el barrio, que los comercios
cierren, nos sentimos abandonados", continúa Bou.
"La situación está provocando que la gente que puede abandone el barrio, que los comercios cierren"
La
protesta está convocada por la plataforma Orriols Convive y ha recibido
el apoyo de todas las entidades del barrio, desde asociaciones de
migrantes, las AMPA, las iglesias evangélicas o la mezquita. Mari Carmen
Tarín Calleja, portavoz de Orriols Convive denuncia la inacción del
Ayuntamiento: "nosotros siempre decimos que este Ayuntamiento, habla,
habla con todo el mundo. El problema es que también tiene que hacer".
Desde la entidad reclaman más presencia policial, pero alertan que "con
esto no hay suficiente. Hemos pedido en el Ayuntamiento una mesa
interconcejales para abordar la problemática de forma global, porque hay
que resolver también temas como la vivienda, la educación o las ayudas
sociales". Desde Orriols Convive también reivindican la cesión de una
alquería para crear un centro social autogestionado y asegurar los
solares donde han plantado unos huertos urbanos, unos proyectos que
aseguran que "son vitales para garantizar la cohesión social y la
implicación del vecindario".
La distopia de los fondos buitre
Dabid González es
trabajador social y vecino de Orriols, y conoce muy bien la situación de
precariedad que se vive en el barrio. "Los servicios sociales de la
plaza Salvador Allende [que dan atención a esta parte de València] son
los que más gente derivan a los albergues de toda la ciudad. Hay una
gran parte de la población que no tiene papeles, abocada a la economía
informal y en situaciones de infravivienda. Y la pandemia y los
confinamientos les han dejado absolutamente en la miseria. El trabajo
que han hecho los movimientos sociales, repartiendo alimentos y parando desahucios es brutal, pero no lo pueden hacer todo".
Pero la crisis
sanitaria solo ha supuesto otra vuelta de tuerca para un barrio que, ya
desde su construcción para alojar las oleadas de trabajadores migrantes
desde Andalucía y Castilla, ha sufrido problemas estructurales de
pobreza y carencia de servicios. "Durante la crisis del 2008, aquí
quedaron centenares de pisos vacíos en manos de los bancos. Mucha gente
que no podía pagar la hipoteca simplemente dejó la casa y marchó del
país –continúa González-, después la gran mayoría han acabado en manos
de fondos buitre que los han mantenido vacíos y muchos de ellos han sido
ocupados, no solo para vivir, sino también para hacer negocio, bien
realquilándolos, bien para traficar con drogas. Hay fincas enteras
ocupadas". Esta situación, de la cual los propietarios de los pisos no
se hacen responsables, ha provocado graves problemas de degradación de
los espacios comunes de los edificios y la convivencia en las escalas, a
veces porque las mafias del realquiler de pisos intentan expulsar los
vecinos que quedan para evitar testigos o denuncias.
"El cambio de gobierno en el Ayuntamiento se ha notado, pero no hay bastante, haría falta una intervención mucho más masiva
y que no se centrara solo en dar algunas ayudas, sino que trabajara con
las familias más afectadas", añade Mònica Gil, otra vecina, quien pone
como ejemplo el Plan Integral elaborado por el Ayuntamiento después de
un proceso participativo y que "solo es un papel que ha quedado guardado
en un cajón".
La tensión que se
vive se hace más palpable cuando la manifestación llega a la avenida de
Primat Reig, una de las grandes arterias que circunvala el barrio.
Entonces, una parte de los manifestantes quiere mantener un corte de
tráfico, mientras los organizadores alegan que no hay permiso para eso y
que la policía municipal les ha amenazado con multarlos. Los gritos y
los reproches suben de tono, aunque al final no pasa de una anécdota y
la marcha vuelve de nuevo hacia el corazón del barrio. "La gente está muy harta y si no se hace nada, no sabemos por donde puede estallar
–alerta Mari Carmen Tarín-. Sabemos que la extrema derecha quiere
capitalizar este malestar y convertirlo en un problema racial, lo que no
tendría ningún sentido, porque tanto entre los delincuentes como entre
las víctimas hay inmigrantes y españoles. Pero cuando la gente está tan
enfadada puede pasar cualquier cosa". De hecho, en la marcha se
reconocen algunos militantes destacados de Vox, pero los tímidos
intentos de proferir algún grito racista son ahogados por la mayoría de
manifestantes. "Desde el primer momento que convocamos la asamblea
abierta y después esta movilización, hemos tenido claro qué discurso
queríamos y qué no aceptaríamos. Siempre hemos sido un barrio acogedor",
remacha Tarín.
Con todo, esta no
sería la primera vez que la extrema derecha intenta hacerse fuerte en el
barrio con más porcentaje de población extranjera de València. Hace
años, el grupúsculo fascista España 2000 organizó repartos de comida
"solo para españoles", lo que suscitó importantes protestas vecinales.
Más recientemente, Orriols sería el barrio escogido para instalar
Valentía Forum, un local que promueve la ideología ultra, pero que
tampoco ha conseguido arraigar y ahora presenta una baja actividad.
Publicada el 26/06/2021 a las 09:00Actualizada el 26/06/2021 a las 10:18
Infolibre
El Telediario
de las nueve de la noche de este viernes se salió del carril. Ese
pernicioso carril que hace dos veces al día que los principales
noticiarios televisivos ofrezcan las mismas informaciones
y, con demasiada frecuencia, las mismas imágenes de apoyo. Sí, es
cierto que en esta cadena se interpreta más –hasta el límite de
confundir opinión e información–; sí, también es verdad que aquel otro
canal destaca más los sucesos, y que otro se fundamenta en declaraciones
sucesivas que solo asientan que hay desacuerdo sin contar el por qué,
no sea que se molesten los protagonistas. Sí, claro, hay estilos
distintos, enfoques diferentes, pero al término sobre las mismas
noticias que, hasta algún que otro presentador se atreve a calificar
como "noticias del día". Da la impresión de que la
competencia entre cadenas se centra en la cantidad y desprecia la
calidad, en los adjetivos detonantes más que en lo sustantivo de los
temas. La uniformidad se revela aún más irritante por su carácter globalizador
de una España muy diversa, como si despertara el mismo interés en
Castelldefels que en Zahara de los Atunes, entre los que vacacionan y
los que no se las pueden permitir, entre zonas industriales o rurales.
En la temporada televisiva que termina, el Telediario 2
de TVE ha dado muestras esporádicas de inconformismo contra los
contenidos trillados. Lo hizo, por ejemplo, con las ediciones en el
Hospital del Mar, en Barcelona, o en un el colegio de Toledo. Pero en
estos, como en otros casos, se trataba de volcarse en asuntos de evidente interés general:
Sanidad en plena pandemia, Educación... Sin embargo, este viernes ha
protagonizado un salto cualitativo al poner los pies y el foco en la
España despoblada, vaciada, o como cada cual la quiera denominar. Esa
españa de la que hace tan solo dos generaciones procedíamos la mayoría
de nosotros, y que hoy acoge solo antepasados, recuerdos, y un pequeño,
minúsculo, número de residentes.
Con la localidad de Villafranca de la Sierra como escenario principal, y con Carlos Franganillo como
conductor principal, las cámaras recorrieron otras seis u ocho
localidades para hacernos llegar aspectos singulares de una realidad que
solo aparece de manera anecdótica y puntual en los noticiarios
televisivos. Este viernes, sí: un pueblo con un solo habitante,
la mujer ganadera que se declara feliz en su tarea casi aislada, las
dificultades sanitarias, educativas, de suministros básicos, de
envejecimiento, de comunicaciones terrestres y sobre todas las que
viajan por el aire, y marcan, en este 2021 la diferencia más abismal
entre los que pueden o no navegar por las redes (los planos de una
familia trasladando mesas y sillas hasta el único lugar del pueblo donde
llega la señal de internet, o los jóvenes encaramados al cerro para
lograr señal en sus dispositivos móviles, parecían una recreación de
aquel momento mágico del sol entrando en un pequeño rincón en la
película Milagro en Milán de hace setenta años).
El Telediario 2 del viernes fue, sobre todo, un informativo honesto.
Honesto por su sobriedad, por dirigirse a nuestra inteligencia, sin
buscar emociones fáciles, dramatismos extremos, moralejas, ni moralinas.
No buscó culpables sino retratar por una vez en un telediario una
realidad que está ahí, que ocupa tres cuartas partes de España, pero a
la que no vemos porque solo miramos de manera superficial y
conmiserativa en el mejor de los casos.
Fue, para mí, un excelente ejemplo de por qué la televisión pública es imprescindible. Por
qué sin ella, espacios como este, y tantos otros, muchos magníficos,
que emite La 2 en horarios marginales, la televisión en España solo
sería, a base de concursos y realities, un remedo de las distopías que
se anticipaban en Un Mundo Feliz, o Fahrenheit 451, entretenimento camino del embrutecimiento. Hace unos años, La 2 se ofrecía "para una inmensa minoría". No, la realidad es que se dirige a una pequeña minoría. Este sábado, las audiencias mostrarán cómo el Telediario 2 del viernes no figura, ni con mucho, entre los espacios más vistos, pero, en mi opinión, ha sido de los más importantes.
Factura de la luz La cara b del recibo de la luz: cuando los aparatos apagados gastan más que los encendidos
Electrodomésticos que funcionan todo
el día como la nevera y el congelador concentran más de un tercio de la
demanda, algo que reduce la capacidad de maniobra de los hogares para
ahorrar y a lo que se suman otros vinculados a los horarios con luz
solar y a los de ocio y algunos de carácter inconsciente como los ‘stand
by’ de los electrodomésticos.
El grueso de los consumos eléctricos de las viviendas se localiza en sus cocinas. —Pixnio (CCO).
zaragoza
"Se trata de pasar de los periodos punta a los llanos y los valle todos los consumos eléctricos que se pueda. Con los estables, los que se mantienen constantes a lo largo del día como
los del frigorífico o los ‘stand by’ de algunos aparatos, vamos a
seguir pagando más o menos lo mismo que antes del cambio de tarifa",
explica Carlos Pesqué, experto en energía de Ecodes (Fundación Ecología y Desarrollo).
Y eso supone una parte importante del recibo, con independencia de la aplicación del nuevo sistema de tramos horarios y de la rebaja temporal del IVA de
la factura eléctrica del 21% al 10% que este jueves aprobaba el
Gobierno, ya que esos consumos "cautivos", que no se interrumpen a lo
largo de la jornada, suponen entre la mitad y dos terceras partes de la energía que utiliza un hogar, según las estimaciones del IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético).
No obstante, también
en esos casos existen algunas vías para abaratar la factura energética.
"Los consumos estables salen más o menos igual que antes, a lo que se
suman otros como la iluminación, que se enciende cuando se necesita y
cuyo tramo de mayor uso coincide con los de punta del nuevo recibo, como
ocurre en algunos otros casos", indica Pesqué, que anota que "con lo
que no se puede desplazar a los periodos de valle y de llano entra en juego la eficiencia de los electrodomésticos".
La opción por
aparatos más eficientes, ya sean electrodomésticos o bombillas, en caso
de renovación o primera compra, se suma a la posibilidad de aplicar pautas de ahorro y al desplazamiento de los consumos como las principales vías para abaratar la factura energética de los hogares. "Igual es el momento de modificar los hábitos", sugiere el experto.
¿Cuánto y cuándo consume cada electrodoméstico?
Las estimaciones del IDAE sitúan con claridad al frigorífico como el electrodoméstico que más energía consume, con un 22,4%
del gasto total entre los electrodomésticos, que aglutinan casi el 85%
del total de los hogares con una media de 2.953 kilowatios al cabo del
año de un total de 3.487.
La nevera funciona todo el día, como el congelador, que se lleva otro 19,1%, con lo que la demanda energética de la conservación de alimentos supera con holgura a la de su cocinado, ya que los hornos no alcanzan el 8% del total.
No todo el 58,5% del consumo de los electrodomésticos es fácilmente trasladable de franja horaria, ya que, por ejemplo, el uso de la televisión (8,9%) se concentra en los tramos de ocio de la jornada,
el grueso de los cuales coincide con los periodos punta y valle que
también se superpone con el de los ordenadores (5,8%), ya sea por
motivos laborales o de asueto.
El stand by, por otro lado, llega a alcanzar el 7,8% del total de la demanda de los electrodomésticos, un dato que revela que algunos aparatos aparentemente apagados pero no desconectados producen un consumo superior al del funcionamiento de otros como los ordenadores, equiparable al del horno y no muy alejado (19%) del que causan la lavadora o el lavavajillas.
Con el stand by,
los consumos cautivos, suman casi dos tercios (64%) de ese segmento, lo
que equivale a 1.930 kilowatios al cabo del año. O, lo que es lo
mismo, a un 55% del consumo total del hogar, al que se suma otro foco de
consumo como la iluminación artificial, cuyo empleo está condicionado
por la disponibilidad de luz artificial y que sitúa el listón del gasto "inevitable" ligeramente por encima de los dos tercios del total al sumar otros 410 kilowatios.
Es decir, que a los hogares solo les queda para ‘jugar’ con los tramos horarios una tercera parte de su consumo,
que es la que suman básicamente la lavadora (254 kw anuales), la
secadora y el lavavajillas (245); aparte, claro está de modular en la
medida de lo posible la utilización de otros como, por ejemplo, la
televisión (119), la radio, el ordenador (145), la plancha, la cocina,
el horno y el microondas.
La posibilidad de presionar a la baja en el precio
"Solo pensamos en el consumo que realizamos de manera consciente, pero hay otros en los que no reparamos",
indica Pesqué, que pone como ejemplo los termos calefactores de agua,
que con un temporizador pueden pasar a funcionar solo en los tramos de
llano y de valle.
Paralelamente,
algunos traslados de franja, o de día hacia el fin de semana, presentan
dificultades de intendencia, como ocurre con las lavadoras y secadoras
en las casas con niños. Otros, sin embargo, responden a resistencias por
costumbres: "algo que necesita una hora de cocción, como unas lentejas o
unas alubias, no hay que cocinarlo necesariamente justo antes de comerlo", apunta.
El nuevo sistema
de tramos horarios traslada de los componentes vinculados a la potencia a
los del consumo una parte del precio, lo que, junto con la información
disponible en la red sobre la cotización de la energía por horas permite planificar los consumos para intentar abaratar el recibo.
Pesqué apunta otro
efecto secundario eventualmente positivo de este sistema: "si
desplazamos los consumos de los tramos de punta a los de valle o llano presionamos a la baja en el precio de la energía y reducimos las emisiones de CO2,
ya que eso recorta la demanda en las franjas principales y, al mismo
tiempo, el empleo de las centrales de combustible fósil que las
compañías activan para cubrir esos picos y que tiran al alza del
precio".
"El Gobierno ha trasladado a los consumidores esa responsabilidad, pero también les ha dado esa posibilidad", añade.
A partir de este sábado los españoles podrán prescindir del uso de
mascarillas en sitios abiertos. Una desgracia para quienes descubrimos
en ellas la oportunidad de reafirmar nuestro patriotismo estampándoles una bandera en el lateral (preferiblemente el derecho).
Ahora, los auténticos patriotas no vamos a saber cómo reconocernos por
culpa de un nuevo bandazo del Gobierno que nos obliga, prácticamente, a
pasar a la clandestinidad.
La mascarilla con la bandera española era el DNI de los patriotas, nuestro saludo de Star Trek.
Bastaba echar un vistazo a la mejilla del otro para tener la seguridad
de que quien la llevaba era uno de los nuestros. Y si, por casualidad,
esa persona había elegido el color caqui de fondo, podías apostar a que
además era aficionado a los himnos antiguos y las playlists de la Legión. Tengo un amigo daltónico sin ningún interés por la política que por culpa de la mascarilla ha acabado de concejal de Vox.
Thank you for watching
La mascarilla servía de guía en tus relaciones con extraños. Cruzarte
en la calle con alguien que llevaba en ella la bandera te permitía
suponer que compartíais un ideal, una visión del mundo, unos valores que
iban desde el “¡Gibraltar español!” a la certeza científica de que hay
dos formas de hacer frente a un virus: una de izquierdas y la correcta, la de derechas.
La primera, una concepción cobarde de la medicina que ante una simple
febrícula gripal advierte al doctor: “No prolongue mi vida
innecesariamente. Si paso de los treinta y ocho aplíqueme la eutanasia”.
La otra, más arrojada y varonil, que únicamente considera ensañamiento médico la prescripción de supositorios.
¿Estoy diciendo que todo aquel que llevaba impresa la enseña nacional
en la mascarilla pertenece, como yo, a la derecha radical? No.
Desgraciadamente, no todos han entendido el compromiso que conlleva
portar una bandera. Pero era más fácil imaginar ciertas complicidades
con algunos de los que la lucían. Como, por ejemplo, el convencimiento
de que su verdadera utilidad no es reunir en torno a un símbolo a un
grupo humano sino, más bien, unirlo en contra de otro. Quienes somos
expertos en banderas sabemos que, en realidad, la tela es solo una forma de adornar el palo, que es lo verdaderamente importante. Si lo llevas sin adorno se te ven un poco las intenciones.
Una multitud de gente blandiendo palos, ya sea en una concentración
en la plaza de Colón o en la celebración de la Diada, daría pistas a las
autoridades de lo que nos apetece hacer con quienes nos llevan la contraria.
Personalmente, soy muy partidario de la guerra de banderas
porque es la única forma de que dos hombres puedan partirse la cara por
diferencias cromáticas sin que se dude de su virilidad. El equivalente
hetero a Karl Lagerfeld y John Galiano llegando a las manos por un rojo
valentino.
Desafortunadamente, las guerras de banderas solo tienen un ganador: una empresa china. Por lo general, radicada en Yiwu.
Es en esa ciudad del este del país donde se fabrican la mayoría de las
banderas españolas, esteladas o republicanas que luego, por un módico
precio, lucen enfrentados quienes las exhiben. Allí podemos imaginarlas
antes de su envío a España, apiladas todas juntas en un almacén de algún
polígono industrial, descansando en aparente concordia mientras se
odian en secreto.
En la cámara de comercio de Yiwu siguen atentamente el devenir de la
política española porque saben que su economía depende de las
fluctuaciones del mercado ideológico español. Cada vez que Losa Díez o Glabiel Lufian–en la pronunciación autóctona– publican un tuit, un gerente chino levanta el teléfono y pide nuevas remesas de tejidos. Por
su parte, las escuelas de negocios de la ciudad enseñan a los futuros
empresarios que solo hay una cosa que guste más a un español que comprar
una bandera para manifestar su apego a una causa: que se la den gratis.
Las banderas han sido siempre mi pasión. Antes de hacerme de
derechas, soñaba con ir a una final de Roland Garros y agitar como un
loco una republicana al tiempo que gritaba “¡Vamos Rafa!”. Me
parecía una buena forma de poner a prueba su concentración. Si no lo
hice fue por respeto a la memoria de Azaña. Él era más de Wimbledon.
En Frontex deberían aprender de otras iniciativas verdaderamente humanitarias, como Open Arms, en vez de perseguirlas. La militarización de la atención humanitaria es una barbaridad. La violencia y la falta de ética solo empeoran el mundo. Basta ya!
Frontex La izquierda europea constata que Frontex está "fuera de control" y que Leggeri debe dimitir
La comisión de Investigación del
Parlamento Europeo sobre los posibles abusos de derechos humanos de la
agencia concluye su investigación evidenciando que el organismo que
dirige entre polémicas y escándalos Fabrice Leggeri está "fuera de
control".
Refugiados de Afganistán llegan en un bote a una playa cerca de la isla de Lesbos, el 28 de febrero de 2020. —Angelos Tzortzinis/EP
bruselas
Devoluciones
en caliente. Falta de rendición de cuentas. Opacidad. Creciente
militarización. Descontrol. La Agencia Europea de la Guardia de
Fronteras y Costas (Frontex) arrastra todas estas sombras desde hace años. Para esclarecer las posibles vulneraciones de la agencia europea que
más financiación comunitaria recibe, el Parlamento Europeo puso en
marcha en febrero una comisión de Investigación hacia el organismo que
dirige Fabrice Leggeri desde 2015 y cuya gestión no ha estado exenta de
críticas, escándalos y polémicas.
La eurodiputada de Izquierda Unida Sira Rego
ha presentado este jueves las principales conclusiones de estos cuatro
meses y ocho reuniones de pesquisas. Pero se han saldado con unos
resultados "poco satisfactorios" por el bloqueo, explica, de la derecha y
la extrema derecha a permitir una investigación exhaustiva y en
profundidad de posibles violaciones de derechos humanos de la agencia.
Diferentes medios de comunicación y ONG presentes en el Mediterráneo han
denunciado de forma sistemática omisión de rescate en unas ocasiones y
participación activa de puskbacks en otras. Javier Moreno del PSOE y
Jorge Buxadé de Vox son los otros españoles que forman parte de esta
comisión.
"Ha sido imposible
contar con el testimonio de las ONG que tienen documentación que
acredita la violación de derechos humanos y la involucración de Frontex
en devoluciones en caliente.
La baza de la extrema derecha será que todo queda en grado de
presunción", detalla Rego en rueda de prensa. Organizaciones
humanitarias como SeaWatch con buques en el Mediterráneo han denunciado
la participación activa de sus miembros en las ilegales devoluciones en
caliente en la frontera marítima entre Turquía y Grecia. Según datos de
la ONU que recoge The Guardian, alrededor de 2.000 migrantes y refugiados han muerto en el mar con motivo de estas prácticas de expulsión sumaria de personas migrantes en las fronteras internacionales en tierra y mar, también conocidas como pushbacks.
El grupo comenzará
ahora la redacción del informe definitivo, que espera ser sometido a
debate en la comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de
Interior (LIBE) antes del verano. A expensas de lo que ocurra en esta
comisión de la Eurocámara, la izquierda europea contempla todas las
opciones a nivel político o legal para que la agencia asuma todas sus
responsabilidades. Por lo pronto, a pesar de las resistencias para
recabar más pruebas, Rego adelanta que el trabajo realizado estos meses
evidencia que Frontex participa y colabora en devoluciones en caliente,
que no cuenta con monitores especializados en derechos humanos en el
Mediterráneo Central y que es una agencia "fuera de control" que
no responde a sus obligaciones en materia de transparencia. Las filas de
Socialdemócratas y Renovar Europa están divididas al respecto.
La eurodiputada afea que existe un bloqueo en la derecha y la extrema derecha que "apuestan por mantener la inmunidad de Leggeri y de la agencia".
"Si Leggeri tuviera un mínimo de decencia debería dimitir. No está
haciendo bien su trabajo. Pero no sabemos lo que va a hacer. Está
convencido de que todo es transparente, democrático y de que está en
orden", sentencia la eurodiputada de Izquierda Unida. El puesto del
francés pende de un hilo, pero nadie se atreve a anticipar si todos los
escándalos que carga a sus espaldas como máximo responsable de la
agencia serán suficientes para verlo caer. En una entrevista exclusiva a este periódico,
su antecesor en el cargo reconocía que su gestión ha provocado la
deriva definitiva del organismo con un cambio de Gobierno más hacia
adentro.
Riesgo de colapso
A las críticas
externas, también se están uniendo las internas. Frontex es una agencia
independiente, pero rinde cuentas ante la Comisión Europea, que es la
encargada de su financiación. La responsable de Interior, la
socialdemócrata Ylva Johansson, está cada vez más inquieta con la deriva
de la agencia, cuya mala prensa estos últimos años ha sido
incontestable. Además, el Tribunal de Cuentas europeo reveló
recientemente que la agencia con sede en Varsovia corre un riesgo real
de colapso ante su crecimiento vertiginoso en muy poco tiempo. Su
gestión migratoria "no es suficientemente eficaz", sentenció el
auditor, en un tono inusualmente firme. Cuando se creó, la agencia
contaba con 45 agentes. La ambición es que para 2027 la compongan
10.000.
También Corporate
Europe Observatory, la ONG líder en transparencia europea, alertó en un
informe de la opacidad en las reuniones entre miembros de Frontex y las
empresas armamentísticas. La mayoría de ellas no constaban en el
registro de transparencia europeo. En paralelo, ha salido a la luz una
cena de más de 400.000 euros en un hotel de lujo pagada con las arcas de Frontex, que se ha negado a esclarecer el motivo de esta factura.
La agencia europea
que más ha crecido en los últimos años y la llamada a ser la más potente
en términos de personal y financiación se encuentra a una crisis
existencial en su momento de máxima explosión. El cúmulo de escándalos
se antoja para muchos insostenible. Pero Leggeri de momento se aferra a
su sillón con el mantra que le ha acompañado durante este lustro al
frente: "Todo está bien".
Bryonia alba es un medicamento homeopático de uso muy
frecuente por sus efectos sobre problemas de salud cotidianos que cursan
con inflamación de las serosas, sequedad de mucosas o cuadros febriles.
El dolor pleurítico Siempre que receto Bryonia pienso en mi propia
experiencia como paciente. Recuerdo cuanto me ayudó en aquel proceso
febril que padecí[…]
Esta canción es un ejemplo directo y sencillo de conexión inmediata con la experiencia fundamental de la conciencia humana en proceso de despertar. Sus acordes tanto como sus palabras conducen por igual a la experiencia budista/zen como a la parábola evangélica del hijo pródigo o de la mujer que barriendo su casa encuentra "la perla" que le cambiará la vida. No se trata de creencias teóricas sino de experiencia viva y constante, a la que cada un@ puede llamar como más le ayude.
La liberación que nos regenera y el camino a través de ella, nunca es teoría ni sermones, es palabra viva y directa sin pretensiones proselitistas, que construye, limpia, sana y transforma mientras se comparte. Nadie se queda igual que estaba tras esa escucha y esa simultánea mirada al interior que resulta ser un infinito Nosotr@s, que no es exclusivo de ningún aparato controlador, ni un dogma, ni un mandamiento, ni una ideología ni un recetario de cocina esotérico ni religioso. Es simplemente la luz que se enciende a cada instante, en cada respiración, en cada silencio pleno de una música irrepetible, de un paisaje completamente nuevo, aun con la misma forma, elemento, colores y texturas. Descubrir sencillamente que amor y nosotr@s infinit@ es la manifestación de lo que Somos, en la que -como dijo acertadísimamente Pablo de Tarso -paullum en latín significa algo muy pequeño, poquita cosa-, nos movemos y existimos. No es religión ni montaje, ni fanatismo ni manipulación, es experiencia básica e imprescindible para evolucionar, a la que absolutamente tod@s estamos convocad@s en plena libertad, cada un@ a su hora y en su momento, como los niños y niñas aprenden a caminar, a hablar y a manejarse en el día a día.
El universo infinito nunca tiene prisa, pero nuestra especie aun no ha superado su atadura al tiempo y a sus golpes de efecto "poderosos", ese a priori de la sensibilidad interna, como lo llama Kant, o sea una pulsión humana y subjetiva con la que se consume y se desgasta la materia, ese desafío constante por dominar algo que se nos escapa, nos desgasta, nos angustia y que mediante el miedo y la avidez, nos arrebata la posibilidad de descubrir otra perspectiva: la totalidad que somos y en la que estamos integrad@s esencialmente. Las experiencias de Lao Tsé, Sidharta, Jesús, Sócrates, Platón, Hipócrates, Aristóteles, Paracelso, Mikao Usui, Gandhi, hasta Kant, Spinoza, Descartes, Leibniz, Newton, Hahnemann, Hegel, Marx, Einstein o Tesla, Max Plank, Kierkegaard, Bergson, Chomsky, Vivaldi, Bach, Mozart, Haydn, Beethoven, Brahams, Silvio Rodríguez y de tantos seres humanos que han ido despertando a lo largo de los ciclos de vida y mostrándonos la esencia de un todo inabarcable del que formamos parte transformadora.
Es una tarea increíblemente genial, en la que podemos elegir el camino y el aprendizaje, el instrumental, pero no el poder absoluto ni la manipulación ni el autoengaño, ni las trampas, ni las adicciones y dependencias, ni el egocentrismo y su ambición demoledora, como atajos hacia la debacle segura. La misma vida se encarga de mostrarnos la pedagogía autoselectiva: no somos lo que nos pasa, sino lo que hacemos, sentimos y elegimos hacer y experimentar con lo que nos pasa.
La conciencia es la llave maestra para elegir acertadamente evitando el sufrimiento y la desesperación. No se nace con la conciencia, hay que construirla energéticamente entre el alma y el espíritu, superando el instinto, sanando el deseo, ascendiendo desde la emoción a la mente, entre biós y materia, y todo el conjunto como arquitectura del sentimiento constructivo y consciente que integra lo individual en el bien común, la expresión más práctica y fundamental del amor y de la misma vida.
Mirar dentro,para no perderse por el camino de vuelta a casa, es la clave. Nunca lo olvidemos, querida family!.
La llibertat ès un dret/deure responsable i no una misera almoina.
Germans benvolguts, vos estimem, vos comprenem i volem donar.vos un'abraçada amb tot el carinyo del món. Esperem que d'avui en avant entre tots i totes puguem cambiar aquest desastre amb el naiximent d'una consciencia colectiva dialogant, capaç d'ascoltar, sana i compartida que ens ajude a conviure per a construir el bè comù, com hem intentat i fet mès o menys tantes voltes al llarg de la nostra pesadísima i ja insoportable historia. Perdoneu.nos els nostres deutes politics aixì com nosaltres perdonem als polìtics que vos/ens han portat -mitjançant els nostres vots- a una situaciò tan injusta i vergonyosa com aquesta.
Salut i República, que, segur i sense dubte, un día pot ser mès a prop del que pensem, arriverà, senzillament per sobreviure en la mateixa UE com un estat democrátic i presentable, estimadissimes companys i companyes!
“Desconfianza, disponibilidad y logística: los
desafíos que impedirán a África vacunar a toda su población de aquí al
2022”
El continente ha
contenido la expansión de la pandemia gracias a la experiencia de
tratar otras crisis sanitarias
El coronavirus a pesar de haber sido una enfermedad desconocida
para todos, en el que se esperaba que África sufriese bastante en
comparación a otros continentes, resulta que tanto en Benín, donde se
encuentra el colaborador de Anesvad Ghislain
Sopoh, como en otros países africanos, la experiencia de otras
epidemias ayudó a contener rápidamente la expansión de la pandemia en
todo el continente.
Respecto a las vacunas, actualmente la disponibilidad de ellas,
la logística y el convencimiento de la población más desconfiada, son
los tres desafíos que impedirán que el continente africano pueda vacunar
a toda su población de aquí al año 2022, afirma el jefe del Instituto
Regional de Salud Pública en Ouidah. Por último, la clave según nos
cuenta, sería considerar a la COVID como una epidemiología más en
África, poniéndolo al mismo nivel que otras enfermedades endémicas, ya
que solo así se evitaría mayores problemas en el continente.
Publicada el 22/06/2021 a las 06:00Actualizada el 22/06/2021 a las 09:09
Infolibre
Si aceptamos que la concesión de los indultos a los condenados por
el procés que este martes aprobará el Gobierno es un punto de inflexión
en la crisis territorial que España afronta desde hace más de una
década (por no decir tres siglos), valdría la pena dedicar una tesis
doctoral al análisis comparativo entre los discursos pronunciados este lunes, con una diferencia de pocos minutos, por Pedro Sánchez en el Liceu barcelonés (ver aquí) y por Pablo Casado ante la plenaria de los grupos parlamentarios del Partido Popular (ver aquí).
Valdría la pena también realizar un ejercicio a ciegas, prescindiendo
de filias y fobias, de sectarismos partidistas, de manías personales o
de axiomas preconcebidos sobre la llamada patria (ese concepto vidrioso
que unos ven en un mapa, otros en la amistad, algunos en la infancia y
no pocos en la comunidad que paga religiosamente sus impuestos). Convendría
que voces no identificadas, neutras pero convincentes, leyeran y
grabaran cada discurso para ser escuchado sin desvelar su autoría
hasta después de que cada oyente opine sobre su contenido. Confieso que
me gustaría conocer el resultado de una encuesta independiente
realizada sobre esas condiciones.
Thank you for watching
¿Por qué? Pues porque, a pesar del ruido, de la polarización y de la
desinformación galopantes, hace décadas que la ciudadanía española viene
demostrando ser mayoritariamente partidaria del diálogo frente al
insulto, de la concordia frente a la ruptura, del respeto mutuo frente a
la imposición, de la pluralidad frente al autoritarismo (sin todo eso,
además de los intereses creados, no habría existido Transición alguna).
Los discursos de Sánchez y de Casado este lunes han dibujado dos formas de concebir Cataluña, España y la propia democracia.
Y para calcular el respaldo social de cada una de esas concepciones,
convendría descontar el peso del "antisanchismo" y del "anticasadismo"
que llevan a prejuzgar sus posiciones y hasta sus intenciones.
Si hiciéramos una cata a ciegas, observaríamos que en el mensaje con el que Sánchez argumenta los indultos se reiteran los conceptos de concordia, convivencia, diálogo, respeto, democracia, corazón, acuerdo, reconciliación... En el de Casado abundan distintas variedades de términos como sanchismo, España, golpe de gracia, cambio de régimen, separatismo, secesión, cobardía...
Nada más iniciar Sánchez su discurso, desde las propias butacas del
Liceu ya quedó clara la falsedad de que los indultos consisten en una
"rendición" al independentismo. Se escucharon gritos de "independencia" y "aministía" (ver aquí)
que dejan claro que los indultos no satisfacen en absoluto a los
sectores que defienden la vía unilateral y no admiten otra base de
diálogo que no sea (como mínimo) el referéndum de autodeterminación.
Aquí asoma una diferencia clara entre el discurso del presidente del
Gobierno y el del líder de la oposición. El primero asume que los
indultos son "un primer paso" en el camino hacia "un nuevo modelo de
país" en el que puedan convivir y entenderse concepciones
distintas sobre el propio modelo de Estado siempre que respeten las
reglas democráticas y bajo el paraguas (elemento clave) de un
mismo "proyecto europeo". Habrá que confrontar la apuesta por la "unión"
de una España plural y diversa con la de quienes ya han dado la espalda
a cualquier proyecto compartido. Quizás sea no sólo inevitable sino
conveniente que las urnas se pronuncien en su día y con condiciones
acordadas sobre este extremo, con preguntas suficientemente abiertas
para que no quepa la imposición.
En el discurso de Casado no se observa más novedad que la que expresa
el enfado hacia quienes ya considera poco menos que "traidores" a su
concepto unilateral e inamovible de España. No acepta siquiera que den
una oportunidad a la vía política de diálogo. Lo que Casado vio entre
quienes aplaudían en el Liceu es "una supuesta sociedad civil rota y débil entregada a un Gobierno con dinero pero sin principios".
Y donde empresarios, banqueros, sindicatos u obispos perciben una
oportunidad para la convivencia democrática, Casado sólo divisa "lobbys
en búsqueda de fondos europeos". En su galopante competencia con el
discurso de Vox, el PP denuncia la "debilidad económica y moral" de los
"extraños compañeros de cama" que apoyan los indultos. Traidores y
vendidos, que diría Abascal. Ganando amigos a base de insultos.
Esa sugerida (y sugerente) tesis doctoral tendría que analizar la confianza o desconfianza que cada uno de estos discursos deposita en el sistema democrático e institucional.
Resulta cuanto menos curioso que quien defiende los indultos haga
hincapié en la fortaleza demostrada por el Estado y en la necesidad de
demostrar su "magnanimidad" (prepotencia mal traída que enciende los
ánimos en amplios sectores del catalanismo), mientras que Casado repite
que el proyecto del sanchismo es "un cambio de régimen" que pasa por el "desfalco de la soberanía" y desemboca en la "ruptura de España".
Incluso para quienes consideramos que la sentencia del procés fue muy excesiva en sus condenas, y que el delito de sedición debe ser reformado y adaptado al siglo XXI, sorprende
la desconfianza que las derechas muestran hacia un poder judicial cuyos
órganos mantienen bloqueados desde hace dos años y medio.
¿Acaso es posible un "cambio de régimen"? ¿En serio Casado, Abascal,
Arrimadas y sus numerosos altavoces mediáticos desprecian tanto a los
tribunales que creen que no se aplicarían las leyes vigentes para frenar
cualquier "asalto" al Estado de Derecho?.
Este mismo martes conoceremos la argumentación individualizada de
unos indultos que son potestad del Ejecutivo, tan legítimos y
respetables (al menos) como los que en su día beneficiaron a golpistas
del 23-F o a políticos implicados en el terrorismo de Estado de los GAL.
Sus beneficiarios llevan más de tres años y medio en prisión. No se pretende cambiar sus ideas, protegidas por una Constitución no militante, sino dar una oportunidad a la palabra y al intercambio de reivindicaciones desde el respeto democrático.
Sin acritud: ¿cuál es la alternativa? Me permito destacar (ahora que
tanto eco tienen los Savater y los Trapiello) otras voces de
intelectuales lúcidos y respetados, como algunos que han pasado por infoLibre en las últimas semanas. Advertía Manuel Vicent: "Si la derecha quiere que dentro de diez años haya el 80% de independentistas catalanes, que siga con esto, que siga con esta política judicial en vez de hacer política de verdad" (ver aquí). Y añadía Juan José Millás: "Si gobernara el Partido Popular, no es que fuera a dar indultos, es que seguramente daría amnistía (...) y además es probable que el PSOE le apoyara o por lo menos no estorbara como hizo con el artículo 155" (ver aquí).
Las encuestas indican que la comprensión de los indultos va evolucionando desde que se anunciaron hasta este martes en que se aprueban (ver aquí). Aún
existe un apoyo mayoritario en Cataluña y una oposición (menos)
mayoritaria en el resto de España. No convencerán nunca a quienes ya han
dado la espalda al Estado ni a quienes sitúan como prioridad tumbar al
Gobierno de coalición antes que experimentar soluciones a problemas
enquistados. El Gobierno, y la mayoría parlamentaria que apoya la
medida, tienen margen para explicarla y demostrar su "utilidad pública".
Mientras tanto, efectivamente, "estamos donde estamos", y no sólo se
trata de Cataluña, sino también (y quizás sobre todo) del paro juvenil, del salario mínimo, de la factura de la luz... En todo eso se la juega el Gobierno de coalición. Más que con los indultos, donde quien se la juega, más bien, es España.