sábado, 12 de enero de 2019

Espléndida youtuber laureada en patanismo, ¿en qué facultad de Medicina te han dado el máster? Deontológicamente es inexplicable que a "esto" se le dedique una entrevista y no se haga lo mismo con médicos homeópatas y con pacientes bien documentados que desde hace años están sanísimos gracias a la homeopatía...que no solo es agua con azúcar en gránulos que se usa como excipiente y no como remedio, sino también gotas sin azúcar ¿Despiste mediático o interés forrístico sobre-cogedor? Uyuyui...qué tufo


ENTREVISTA | Rocío Vidal (La gata de Schrödinger)

“Tenemos ya todos claro que la homeopatía es agua y azúcar, ¿no? Bueno, pues que se venda en herboristerías pero no en farmacias” 

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Pues ya ves, querida lumbrera youtuber, que mira por donde, el Universo inteligente va, se estira y hoy tenemos el privilegio de contar en la prensa con una buena y concienzuda entrevista en El País, sobre la homeopatía, a un médico de verdad, no de Instagram, y además ¡especialista en homeopatía, el Doctor Fernández Quiroga, toma ya! Vaya coincidencia, quién iba decir que la homeopatía podría ser hasta una especialidad médica digna de hacerle caso en la UE como en la OMS...menos en España, que es un anómalo fenómeno sin noúmeno...Qué cosas, ¿verdad?


Es que el Universo tiene enigmas y respuestas para todas y todos, ¡fíjate tú! y parecía que ese Uni, como es tan grande, nunca se pararía  en los detallejos homeopáticos e infintesimales; claro, es lo que tiene ser universal y no exclusivamente de Aravaca, de Chinchón como el anís, de Bétera o de Picassent o del ex-psiquiátrico de Patraix con el Pare Jofrè y sus medievales orates, lúnaticos e inocentes (no creas, que a él también  le miraron fatal por atreverse a fundar el primer hospital psiquiátrico de Europa para deficientes, asegurando que los pacientes no eran posesos engatusados con agua y azúcar dignos de morir lapidados, sino enfermos mentales  y tan hijos de Dios como los supuestamente cuerdos, y eso a finales del siglo XIV...fígúrate si hubiese vivido ahora, lo que habría sido capaz de hacer aquel hombre sin miedo ni presiones, milongas ni regalitos  de laboratorios multimillonarios) O como las cabras que siempre tiran al monte sin pensarlo ni un poquillo, que menudas son.

Una buena lección de humildad a cargo de un sabio que no va de sabihondo como los que quieren aparentar lo que no hay, siempre sienta muy  bien, querida y querido bocachanclas mindundianos.  Si no queríais caldo, tomad dos tazas, bonicos: la de Europa y la de la auténtica medicina en un mismo pack. 
Primero una se informa y luego, ya  si eso, va y habla o escribe. Es más acertado. Y mucho más interesante, ya os digo. Sobre todo porque donde se ponga la verdad, la mentira siempre acaba dejando al aire la autenticidad de su falacia. Y haciendo el ridículo sincrónicamente. En el mismo suceder.
Ains!

“España se ha quedado sola en Europa en su campaña contra la homeopatía”

Los médicos de esta disciplina defienden su utilidad como terapia complementaria a la medicina convencional

Gonzalo Fernández Quiroga. Gonzalo Fernández Quiroga.

La homeopatía presume de sosiego. Antiguos frascos de cerámica, manuales encuadernados en cuero, viejos recetarios... todo en la Academia Médico Homeopática de Barcelona (fundada en 1898) transporta a tiempos y prácticas muy alejados de la trepidante medicina moderna. Gonzalo Fernández Quiroga, médico colegiado y portavoz de la Asamblea Nacional de Homeopatía, dedica un buen tiempo a sus pacientes. Les pregunta por la gestación que les trajo a este mundo, su relación con el frío y el calor, las deposiciones, los sentimientos... y les prescribe medicamentos basados en fórmulas de hace dos siglos.
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La placidez en la que vivía la homeopatía se ha roto en los últimos meses ante la exigencia de que demuestre su eficacia. La disciplina descansaba en una cómoda esquina de la medicina, en la que las dudas sobre si realmente cura quedaban compensadas por la inocuidad de los preparados (físicamente, agua y azúcar) y los beneficios de la atención pausada. Pero varios estudios han dinamitado este status quo al revelar que quienes siguen disciplinas como la homeopatía son mucho más proclives a abandonar tratamientos contrastados. El Ministerio de Sanidad ha tomado partido en el debate con un plan que incluye a la homeopatía entre las pseudoterapias y propone excluirla de universidades y hospitales.

Pregunta. ¿Ha sido un golpe el plan anunciado por el Gobierno?

Respuesta. Nos cuesta entenderlo. Estamos de acuerdo en que hay que luchar contra toda práctica estrambótica que abuse de personas enfermas y vulnerables. Pero la homeopatía está asentada en Europa desde hace décadas y reconocida legalmente por la Unión Europea. La UE ya ha dicho que no sigue a España, que se ha quedado sola en Europa en su campaña contra la homeopatía.

P. El criterio del Gobierno no es si está asentada o no. Se centra en ver si sus tratamientos están avalados por la evidencia científica. Si está demostrado que curen.

R. Hay suficiente información sobre su eficacia, aunque, por su naturaleza, el grado de evidencia no sea el mismo que el de la medicina convencional.

P. ¿Por qué cuesta tanto demostrar la eficacia de la homeopatía?

R. Eso es cierto solo en parte. La homeopatía se basa en el tratamiento individualizado. A mí me viene un niño con un eccema atópico y mi enfoque será no solo ver sus síntomas físicos, sino todo lo que le rodea como persona. Y con esta información, le daré un medicamento. Pero a otro niño, también con eccema atópico, le daré otro, porque sus circunstancias y vivencias son otras. Esto hace más difícil someter la homeopatía a los estándares de la medicina convencional, que se basa en tratar miles de casos como si fueran todos iguales. Pero no podemos perder nuestra esencia, aunque haga más complejo lograr la evidencia. Hay decenas, cientos de publicaciones que confirman la eficacia de la homeopatía.

P. ¿Usted cree que la homeopatía ha aplicado niveles de verificación y revisión de sus postulados, que se remontan a hace 200 años, comparables a los de la medicina convencional?

R. El tiempo es una ventaja. La belladona [arbusto al que se atribuyen muchas propiedades] empezó por ejemplo con unas pocas indicaciones. Ahora las hemos ampliado a mucho más. La experiencia aporta conocimientos que nos permiten individualizar más los tratamientos.

P. Pero estamos en lo mismo. ¿Cómo demostrar que esos conocimientos son válidos? Muchos esperábamos a ver cuántos medicamentos homeopáticos con indicación terapéutica registraba la industria. Y de 2.000, solo lo hizo con 12. ¿Por qué?

R. Eso no tiene nada que ver con la efectividad del medicamento. Si miras en el BOE donde están los medicamentos homeopáticos es en el epígrafe de ‘especiales’, en el que también están las vacunas, terapias génicas...

P. Pero nadie en su sano juicio duda de la efectividad de las vacunas. Es algo administrativo...

R. Sí, pero esto muestra que no a todos los medicamentos se les pide lo mismo. A los homeopáticos se les permite por su naturaleza que tengan indicación terapéutica o no la tengan. Porque las indicaciones las damos nosotros, los médicos homeópatas.

P. Pero...

R. Repito que la formación es muy importante. Pero es que hay un error en la interpretación que se ha hecho de que “si se han presentado sin indicación, entonces no sirven para nada”. Claro que sirven. Nosotros estamos diciendo a los pacientes: “Esto que ha dicho el ministerio, estad tranquilos porque se han aceptado a registro el 99% de los medicamentos que utilizamos”. Yo sigo tratando de la misma manera que antes de todo este ruido.

P. ¿Considera ruido que se mire la eficacia de prácticas que se presentan como curativas?

R. Estamos abiertos al debate, ya lo he dicho. Pero es evidente que lo que está pasando se debe a un grupo de personas, escépticas y muy bien posicionadas en la universidad. Pero que da la casualidad que casi ninguna es médico. Son más bien informáticos. Son ellos los que han hecho buena parte del plan del ministerio, como recoge el propio documento.

P. La Organización Médica Colegial (OMC) también ha creado un observatorio contra las pseudoterapias.

R. Sí, y es una vergüenza que esté formado por gente que no es médico. Un observatorio de la OMC, qué menos que estar formado por médicos.

P. ¿Qué piensa del hecho de que los seguidores de terapias como la homeopatía abandonen en mucha mayor proporción tratamientos que salvan vidas como la quimioterapia?
R. Eso no es cierto.

P. Se han publicado varios estudios, dos de la Universidad de Yale.
R. Ya vi una información en su diario. Fuimos al estudio original y lo que decía el titular es falso. [Este diario se reafirma en la veracidad del titular]

P. En cualquier caso, ¿no cree que con el avance de la medicina la homeopatía se ha quedado rezagada? ¿Cuál cree que es su papel en el siglo XXI?

R. No lo creo. La homeopatía tampoco pretende ser mayoritaria. Es una parte de la medicina que es muy útil en algunas circunstancias, casos y personas. No pretendemos competir, eso sería absurdo, sino colaborar, ayudar en lo que podamos. La medicina ha avanzado mucho, y eso es bueno, pero desgraciadamente se ha compartimentado. Parece que el hígado no tiene que ver con el pulmón, ni este con el corazón. Que las emociones no tengan nada que ver. Pero la persona es un todo y todo está conectado. Por esto nuestros estudiantes son sobre todo médicos de familia y pediatras, porque son las únicas especialidades que ven el todo. La medicina se basa en tres pilares: los mejores estudios, la experiencia clínica y algo que a menudo se olvida: las preferencias del paciente en su libertad. Y la homeopatía siempre tendrá su espacio si los pacientes están satisfechos.

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Resumen de la entrevista sobre pseudo-asnaterapias o de donde no hay  nada se puede sacar...por más que se rasque:

Había una vez un maestro muy paciente que trabajaba en un pueblo remoto donde el alcalde estaba empeñado en que su burro, que según el dueño era una lumbrera a la que sólo le faltaba hablar,  fuese a la escuela y se alfabetizase junto a los chiquillos, aprendiendo a leer por lo menos, ya que escribir con las pezuñas le hubiese sido imposible. Cuando el edil expuso su plan docente, el maestro con toda su paciencia le escuchó atentamente y se quedó un rato pensando.

- ¿Qué, señor maestro, puede empezar mañana mismo mi  Macareno (que era el nombre del burro) a acudir a la escuela? Si es necesario yo le pago aparte lo que usted me pida por ese trabajo extra que no será fácil.

- No. No es necesario que me pague nada, señor alcalde, -dijo el maestro serenamente sin alarmarse y como si la cosa fuera de lo más normal- como Macareno es tan inteligente no le hace falta ir a la escuela, él ya sabe leer muy bien, a su nivel y en su lenguaje, naturalmente. Lo que pasa es que tal vez le da vergüenza leer en público, por eso será mucho mejor que con el dinero que me pensaba pagar, se compre usted otro burro y así los tres acabarán leyendo juntos a coro. No lo dude.
 Ains!

¡Hi-ha, hi-ha, hi-ha...brrrrr...! (la banda sonora de fondo)


 

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